Liga de Quito reclama Campeón de la Copa Sudamericana 2023

Desenlace épico: Alexander ‘Dida’ Domínguez se erige como el héroe en la tanda de penales

La escuadra de Fortaleza arrancó con ímpetu, imponiendo su estilo y controlando el ritmo del partido. Manejando el balón con destreza, los brasileños buscaron brechas para penetrar la sólida defensa de la Liga, y aunque dominaron el juego, se encontraron con un rival bien plantado que esperaba pacientemente su momento. En uno de los destellos ofensivos de los ecuatorianos, José Quintero dio el primer aviso con un remate de cabeza que, aunque desviado, dejó en claro las intenciones del conjunto quiteño.

La reacción y la esperanza

El complemento mostró un Fortaleza decidido a no bajar los brazos. Su persistencia rindió frutos cuando, a los 48 minutos, un magistral pase de Pochettino encontró a Lucero, quien no dudó en anticiparse y marcar. Pero, como dice el viejo adagio futbolístico: «el fútbol es de momentos», y fue precisamente un destello individual de Lisandro Alzugaray, a los 56 minutos, el que equilibró el duelo. Su técnica para controlar y definir con precisión devolvió la esperanza a la parcialidad de la Liga.

Tiempo extra: tensiones y nervios a flor de piel

Con el marcador igualado, los minutos suplementarios no trajeron cambios en el score, pero sí muchas emociones. Ambos equipos buscaron el gol del triunfo con vehemencia, pero entre las imprecisiones y las sólidas defensas, el gol no llegó.

La lotería de los penales y el héroe inesperado

Llegar a los penales siempre es una ruleta rusa, y en esta ocasión no fue la excepción. Errores de Guerrero y Alvarado hicieron que los corazones de los hinchas palpitaran a mil por hora. Sin embargo, emergió la figura titánica de Alexander «Dida» Domínguez, quien con reflejos felinos atajó tres penales, convirtiéndose en el salvador de la noche. Con sus paradas, aseguró que el canto de «¡hay un solo campeón!» resonara en el estadio.

Conclusión: Después de una batalla intensa y llena de emociones, Liga de Quito ha demostrado por qué es conocido como el «Rey de Copas» en Ecuador. Con determinación, garra y la inspiración de su portero, el conjunto albo se ha consagrado una vez más campeón de la Sudamericana, reafirmando su grandeza en el fútbol continental.

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