El mediocampista del fútbol ecuatoriano no encontró su mejor versión frente al Sunderland. Analizamos su rendimiento y lo que significa para su presente en Inglaterra.
No siempre es fácil cargar con el cartel de fichaje estrella, y esta vez, Moisés Caicedo lo vivió en carne propia. El Chelsea tropezó nuevamente en la Premier League, esta vez ante un Sunderland que le ganó con inteligencia, intensidad y orden. El marcador final fue 2-1 y dejó muchas dudas sobre el funcionamiento del equipo londinense.
Para los que siguen de cerca a los jugadores ecuatorianos en el extranjero, fue una noche de frustración. Caicedo fue titular y estuvo en cancha durante gran parte del encuentro, pero no logró influir como suele hacerlo. Pese a sus esfuerzos por sostener el medio campo, la desconexión táctica del equipo lo hizo ver incómodo y, por momentos, perdido.
El ‘Niño Moi’, atrapado en un esquema que no lo ayudó
A diferencia de otros partidos donde Moisés ha sido pieza clave en la recuperación y distribución del balón, esta vez el sistema táctico de Chelsea fue un caos. Las líneas no se conectaban, los espacios eran enormes, y el mediocampo fue superado en varias fases del juego. Caicedo, sin ser el principal responsable, no pudo evitar el desmoronamiento del equipo.
Aun así, mostró destellos de su calidad: recuperó balones, se ofreció para iniciar jugadas y mantuvo la intensidad, aunque sin el brillo al que nos tiene acostumbrados. Un partido gris, pero que no debería empañar su temporada.
Caicedo necesita respaldo, no críticas
Los aficionados al fútbol ecuatoriano saben que Moisés Caicedo es un talento indiscutible. Pero incluso los mejores necesitan un equipo que los respalde. Esta derrota del Chelsea debe ser una llamada de atención para el cuerpo técnico, que debe encontrar la mejor manera de potenciar a sus estrellas.