Juan Francisco Rossel, a sus 19 años, optó por representar a Chile en lugar de la Selección Ecuatoriana. ¿Qué lo motivó a tomar esta decisión?
El fútbol es una pasión que no conoce fronteras, pero las decisiones que los jugadores toman a lo largo de su carrera pueden marcar toda una trayectoria. Tal es el caso de Juan Francisco Rossel, un joven ecuatoriano de 19 años que, a pesar de haber recibido el llamado para vestir la camiseta de la Selección Ecuatoriana, tomó la inesperada decisión de representar a Chile en el ámbito internacional. Esta elección ha despertado la curiosidad de muchos aficionados, quienes se preguntan qué llevó a este talentoso mediocampista a declinar ser el «10» de La Tri.
El acercamiento de Ecuador y la decisión de Rossel
Con tan solo 17 años, Juan Francisco Rossel recibió su primera oportunidad para formar parte de las selecciones juveniles de Ecuador. La Federación Ecuatoriana de Fútbol lo convocó para integrar la Sub-17, en un intento por asegurarse de contar con uno de los talentos emergentes más prometedores. Sin embargo, y para sorpresa de muchos, Rossel decidió rechazar esta oferta, optando por jugar para Chile. En una reciente entrevista, Rossel explicó su decisión: “Pude ir a Guayaquil para jugar con la Selección de Ecuador Sub-17, pero decidí jugar por Chile… Mi sueño es estar con Chile en la absoluta y representar al país en la Copa América o el Mundial”.
El vínculo de Rossel con Chile no es casual. A pesar de sus raíces ecuatorianas, ha desarrollado su carrera en el país sudamericano, donde ha encontrado oportunidades en uno de los clubes más importantes: Universidad Católica. Fue precisamente Ariel Holan, exentrenador de este equipo y actual técnico de Barcelona SC, quien lo subió al primer equipo, dándole la oportunidad de debutar en el fútbol profesional.
El futuro del próximo «10» de Chile
Con solo 19 años, Juan Francisco Rossel ya ha debutado en el primer equipo de Universidad Católica, uno de los clubes más prestigiosos del fútbol chileno. Su potencial ha llamado la atención, y en los 14 partidos que ha disputado hasta el momento, ha logrado marcar su primer gol. A pesar de su corta trayectoria, el mediocampista ha demostrado su calidad y su capacidad para llevar las riendas del juego, lo que lo ha hecho destacar como una de las promesas del fútbol chileno.
Chile tiene grandes expectativas puestas en Rossel, a quien muchos ven como el posible sucesor del mítico «10» de la selección. El joven ha dejado claro que su lealtad está con la camiseta de la Estrella Solitaria, y su ambición de representar a Chile en torneos internacionales como la Copa América y el Mundial es una meta que persigue con determinación.
Omar Carabalí: otro caso similar
La historia de Juan Francisco Rossel no es única. Otro jugador que tomó un camino similar fue Omar Carabalí, arquero nacido en Ecuador pero que también eligió defender los colores de Chile. Carabalí, al igual que Rossel, se sintió más apoyado en el fútbol chileno, lo que lo llevó a establecerse en Colo Colo, uno de los equipos más grandes del país. Según Carabalí, la falta de apoyo en Ecuador fue uno de los factores decisivos para inclinarse por Chile, donde encontró las oportunidades que necesitaba para desarrollar su carrera.
¿Qué significa esta decisión para Ecuador?
La decisión de Juan Francisco Rossel ha generado debate entre los aficionados ecuatorianos, quienes lamentan que un talento con tanto potencial haya decidido jugar para otra selección. Sin embargo, este tipo de situaciones son cada vez más comunes en el fútbol globalizado, donde los jugadores con doble nacionalidad deben tomar decisiones difíciles en función de su desarrollo profesional y personal.
Para Ecuador, perder jugadores talentosos como Rossel o Carabalí es un recordatorio de la importancia de invertir en las bases del fútbol juvenil, no solo para captar a los mejores talentos, sino también para retenerlos. Las experiencias y condiciones que los jugadores encuentran en otros países pueden ser determinantes en sus decisiones, y el fútbol ecuatoriano deberá adaptarse para ofrecer las mejores oportunidades a sus jóvenes promesas.