Con un 3-0 implacable en la ida, el Arsenal pone en jaque al Madrid y enciende la intriga antes de la revancha en el Bernabéu.
En una noche inesperada y con sabor a pesadilla para los hinchas merengues, el Real Madrid fue superado con contundencia por el Arsenal, que lo goleó 3-0 en el Emirates Stadium en la ida de los cuartos de final de la Champions League. Y aunque todavía queda una revancha, la herida abierta en Londres duele más de lo que muchos esperaban.
El conjunto inglés mostró una versión impecable, especialmente en el segundo tiempo, donde le bastaron quince minutos de fuego puro para desarmar por completo a los blancos. Declan Rice fue protagonista con dos disparos que dejaron parado a Courtois, mientras que Mikel Merino selló el marcador con una definición digna de delantero de élite.
Pese a los intentos de figuras como Kylian Mbappé o Vinicius Jr., el Madrid no logró encontrar el gol que los mantuviera con vida emocional. La defensa, normalmente sólida, lució frágil ante la presión de los gunners, y el mediocampo —el histórico corazón del equipo— se vio irreconocible.
Carlo Ancelotti no perdió la calma tras el duro golpe. El estratega italiano ya piensa en la vuelta del 16 de abril en el Santiago Bernabéu, ese templo donde tantas veces se han escrito páginas heroicas. Porque si hay un equipo con ADN para remontar lo imposible, ese es el Real Madrid.
¿Podrá el conjunto español darle la vuelta a este marcador? ¿O veremos a un Arsenal dar el golpe definitivo y avanzar a semifinales? Todo se definirá en el infierno blanco del Bernabéu, donde la historia, la pasión y la presión jugarán su propio partido.