¡Verguenza en EE.UU.! Pablo Magnín revela las penurias de Deportivo Cuenca

Situaciones inaceptables: Sin técnico, médico, ni comida adecuada durante la gira

La reciente gira de Deportivo Cuenca por Estados Unidos ha dejado al descubierto una serie de situaciones inaceptables que han afectado profundamente a la plantilla del equipo. Pablo Magnín, delantero del club, no pudo contener su indignación y reveló detalles preocupantes sobre la mala organización y las dificultades que han enfrentado durante el viaje.

Un viaje plagado de problemas

En una entrevista con Radioactiva, Pablo Magnín expresó su frustración y describió la gira como una verdadera pesadilla para los jugadores. «Una vergüenza. No se puede jugar, los chicos de Emelec no querían jugar el partido, después nos tiraron la pelotita a nosotros, pero bueno jugamos y mejor que ellos», comentó el delantero argentino, claramente molesto por la situación.

Magnín detalló cómo, en los últimos tres días, el equipo no ha podido entrenar adecuadamente y ha tenido que lidiar con una alimentación deficiente y un descanso inadecuado debido a la mala organización del viaje. «Hace 3 días que no entrenamos, hace 2 días que estamos comiendo mal, que descansamos mal debido a la mala organización de este viaje, que nos hacen hacer a los tumbos. Sin el técnico, de 10 jugadores, seis jugamos en posiciones distintas», explicó.

Comida y logística: Un desastre total

La falta de planificación adecuada ha llevado a situaciones absurdas, como tener que pedir comida por delivery porque no había opciones disponibles en el hotel. «Ayer comimos pizza con cola cola y pedimos nosotros por delivery porque si no, no teníamos comida en el hotel. Hoy el desayuno fue a los tumbos, uno siempre pone la mejor cara, pero estas cosas hay que organizarlas con más tiempo. Hoy jugamos sin médico y sin kinesiólogo», reveló Magnín, evidenciando la gravedad de la situación.

Preocupación por la salud y la seguridad

Uno de los aspectos más alarmantes mencionados por Magnín es la falta de personal médico y de apoyo durante los partidos. «Si hoy algún chico se lesionaba, qué pasaba. A mí, esto me explota la cabeza», manifestó, dejando en claro la preocupación por la salud y la seguridad de los jugadores en estas condiciones.

Reflexiones y recomendaciones

Aunque Magnín evitó hacer sugerencias directas a la directiva del club, sí ofreció una reflexión importante sobre la necesidad de evaluar cuidadosamente las propuestas y condiciones antes de aceptar un viaje de este tipo. «Se dice que estamos en Nueva York, que el Cuenca esto y lo otro, pero la estamos pasando malísimo, pésimo. En mi carrera me tocó estar en viaje desorganizado, sin comida, sin calzas», señaló, destacando la importancia de una planificación adecuada y responsable.

Una lección para el futuro

La experiencia vivida por Deportivo Cuenca en esta gira por Estados Unidos debe servir como una lección para la directiva del club y otros equipos que planifican viajes similares. La salud, la seguridad y el bienestar de los jugadores deben ser siempre una prioridad, y es esencial que se tomen todas las medidas necesarias para garantizar que estas situaciones no se repitan en el futuro. La voz de Pablo Magnín resuena como un llamado a la acción para mejorar la gestión y la organización en el fútbol ecuatoriano.

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