Una jugada insólita en la Serie B pone bajo la lupa a Vargas Torres y revive las sospechas sobre la integridad del torneo.
El fútbol ecuatoriano vuelve a estar en el centro de la conversación, pero no por una joya técnica ni por un golazo desde media cancha. Esta vez, el protagonista es un blooper que, más allá de las risas iniciales, ha encendido una luz roja en la Serie B.
Durante el partido entre Vargas Torres y San Antonio, en la jornada del martes, se vivió una escena que ha generado más preguntas que respuestas. Corría el minuto 79 cuando un centro al área terminó en un despeje fallido. Lo extraño no fue solo el rebote, sino la pasividad total del arquero, quien observó cómo la pelota cruzaba la línea sin siquiera reaccionar.
Lo deportivo se mezcla con la sospecha
A simple vista, podría tratarse de una torpeza más en un campeonato de segunda división. Pero el contexto no permite tanta indulgencia: desde hace semanas se vienen denunciando posibles actos antideportivos en la Liga Pro Serie B. Partidos bajo sospecha, movimientos extraños en las apuestas, y ahora, un error que muchos ya califican como “demasiado grosero para ser casual”.
En redes sociales, la jugada se ha viralizado. Mientras unos defienden que fue un simple fallo técnico, otros apuntan a una posible falta de ética deportiva. Lo cierto es que esta acción no ayuda en nada a limpiar la imagen de un torneo que ya venía golpeado por rumores.

¿Y ahora qué?
La Federación Ecuatoriana de Fútbol y la Liga Pro tendrán que actuar con más contundencia. La credibilidad del fútbol ecuatoriano, especialmente en sus categorías menores, está en juego. Y mientras tanto, los aficionados —que viven este deporte con el corazón en la mano— exigen explicaciones claras.