El mediocampista ecuatoriano-brasileño Thiago Serpa sufrió una dura lesión en el duelo ante Emelec y dejó en silencio al estadio Capwell
En una noche que pintaba para sonreír, Aucas se llevó más que tres puntos del Capwell: regresó a casa con la preocupación tatuada en el rostro de sus jugadores. El triunfo por 1-0 ante Emelec quedó en segundo plano cuando Thiago Serpa, mediocampista del cuadro oriental, cayó al césped entre gestos de dolor y miradas de asombro.
Corría el minuto 80 cuando el brasileño nacionalizado ecuatoriano, que había ingresado poco más de 10 minutos antes, se vio envuelto en una jugada desafortunada con Washington Corozo. No hubo mala intención, ni forcejeos innecesarios. Solo el peso del fútbol y una caída que terminó aplastando el tobillo de Serpa. Las imágenes, sin necesidad de repetición, hablan por sí solas.
La reacción fue inmediata. Compañeros, rivales y cuerpo médico corrieron al auxilio del volante. El gesto serio de los jugadores y la camilla entrando en escena presagiaban lo peor. Poco después, ya estabilizado, Serpa fue trasladado a una clínica local, mientras la delegación oriental aguardaba noticias con el corazón en la mano.

Gabriel Pereyra, técnico de Aucas, ofreció una declaración breve pero contundente: “Es algo que nos preocupa, la alegría no es completa. Él es muy importante para el grupo. Está estable y el club hará lo posible para que mañana viaje a Quito en avión”.
Por ahora, no hay parte médico oficial. Se espera que Aucas lo emita en las próximas horas, con un diagnóstico más claro y el tiempo estimado de recuperación del volante. La hinchada aurigrana, atenta, sabe que más allá del resultado, hay batallas personales que se libran en silencio, en camillas, clínicas y salas de recuperación.
Terrible la lesión de Thiago Serpa, jugador de #Aucas. No tenía más de 15 o 20 minutos en cancha. pic.twitter.com/8GzBw5Q3DV
— Damián Alava 🇪🇨📱⚽🎙️ (@DamianAlavaT) May 12, 2025