Un doblete de Valencia y el aliento de su gente impulsaron a un Manta FC que no se rinde en su lucha por quedarse en la Serie A
Volver a la Serie A no es tarea sencilla, y menos cuando los rivales no dan tregua. Pero si algo ha dejado claro el Manta FC en este arranque de temporada es que tiene alma de resistencia. Esta vez, en casa y con su gente empujando desde las gradas, el cuadro atunero firmó un empate 2-2 que, aunque deja ciertas dudas, también transmite señales de vida.
El inicio fue todo menos alentador. En apenas 16 minutos, Vinotinto FC ya estaba arriba 0-2. Primero, un mal despeje del arquero permitió a Nicolás Molina abrir el marcador. Luego, Lugo filtró un pase que dejó a Luis Gómez de cara al gol para ampliar la ventaja. Parecía que la tarde se venía abajo para el Manta, pero entonces apareció el orgullo.
Daniel Valencia descontó antes del descanso con una jugada llena de intuición. Fue un gol necesario, no solo en el marcador, sino en lo anímico. Y cuando el reloj marcaba el 79, el mismo Valencia volvió a aparecer: esta vez de cabeza, con un remate seco que puso justicia en el tanteador.
El 2-2 final dejó un sabor agridulce. El equipo manabita mostró garra, pero también errores que siguen pasando factura. Aun así, el carácter exhibido y la capacidad de reacción invitan a seguir creyendo. Porque aunque la lucha por la permanencia es larga, el Manta FC ha comenzado a escribir una historia que puede tener un desenlace feliz si continúa por este camino.
