El técnico de Deportivo Cuenca Norberto Araujo habló tras la goleada sufrida en casa ante Independiente del Valle. Esto dijo sobre el rendimiento, los errores y el futuro inmediato.
El fútbol ecuatoriano no da tregua, y la LigaPro dejó un golpe fuerte en el sur del país. Deportivo Cuenca cayó 3-0 frente a un Independiente del Valle implacable, en un partido que evidenció las diferencias actuales entre ambos equipos. Norberto Araujo, entrenador del club morlaco, no se guardó nada tras la derrota y dejó una reflexión que caló hondo.

Una derrota que dejó secuelas
“Es un cachetazo, es un golpe duro”, fueron las primeras palabras del DT argentino. Con su equipo aún en zona de clasificación al hexagonal final, Araujo fue claro al reconocer que su equipo no estuvo a la altura ante uno de los mejores clubes del país: “Enfrentamos a un gran equipo, y hoy no estuvimos en partido”, declaró.
El duelo fue cuesta arriba desde temprano. Con un hat-trick del argentino Claudio Spinelli y la expulsión de Luis Arroyo a los 48 minutos, el Cuenca quedó sin respuestas. Para Araujo, el problema no fue solo táctico, sino también anímico.
Claves tácticas del partido según Araujo
En la rueda de prensa, Araujo explicó su lectura del encuentro: “En el primer tiempo fueron superiores. No tuvieron la pelota, pero cuando encontraron el gol, se nos hizo todo cuesta arriba”. El planteamiento fue ajustado para el segundo tiempo, buscando una línea de cuatro y volantes conectores, pero la expulsión cambió todo.
«Intentamos con Mancinelli como nexo, pero a los tres minutos nos quedamos con uno menos. Eso condicionó todo el resto», lamentó el estratega.
Un llamado a reaccionar a tiempo
Araujo reconoció la jerarquía del rival y dejó un mensaje claro: “Si le das espacio a un equipo como IDV, la vas a pasar mal”. Deportivo Cuenca necesita levantar cabeza rápido si quiere asegurar su lugar entre los seis mejores. La próxima fecha será clave, y el cuerpo técnico lo sabe.
Este resultado no solo fue una goleada: fue un llamado de atención. Un “cachetazo” que puede servir como punto de inflexión en la actualidad del fútbol ecuatoriano.