Moisés Caicedo demostró su humildad al compartir con los hinchas tras el partido contra Perú, mientras Kendry Páez evitó hablar con la prensa.
Moisés Caicedo sigue demostrando que es mucho más que un jugador talentoso. Después del triunfo de Ecuador contra Perú en las Eliminatorias rumbo al Mundial 2026, el mediocampista del Chelsea volvió a ganarse el respeto y cariño de la afición, no solo por su rendimiento en la cancha, sino también por su actitud fuera de ella. Caicedo, quien portó la cinta de capitán durante el partido, sorprendió a todos al salir nuevamente del túnel del estadio Rodrigo Paz Delgado para tomarse fotos con los hinchas que se habían quedado esperando.
La conexión de Moisés con los hinchas
Al terminar el partido, varios jugadores se dirigieron al vestuario, pero Moisés, ya en el túnel de acceso, decidió regresar para compartir unos minutos con la afición que coreaba su nombre. Este gesto de humildad no es nuevo en el joven jugador, quien ya ha mostrado en múltiples ocasiones su cercanía con la hinchada ecuatoriana. A pesar de la presión y las emociones vividas en el partido, Caicedo se tomó el tiempo para firmar autógrafos y tomarse fotos con quienes aguardaban ansiosos por un recuerdo del encuentro.
No es la primera vez que Moisés Caicedo da muestras de este carácter accesible y agradecido. Los hinchas lo describen como una persona que siempre se entrega por completo, tanto en la cancha como fuera de ella. En esta ocasión, su compañero de selección, Willian Pacho, también fue uno de los más solicitados por los fanáticos y ambos jugadores compartieron un rato agradable con los aficionados antes de regresar al camerino.
Kendry Páez y su paso fugaz
En contraste, la joven promesa ecuatoriana, Kendry Páez, tuvo una actitud mucho más reservada. Tras el pitazo final, el jugador del Chelsea se dirigió directamente al bus del equipo, evitando el contacto con la prensa y sin hacer declaraciones en la zona mixta. Aunque es natural que los jóvenes talentos sientan la presión mediática, este contraste con la actitud de Caicedo no pasó desapercibido. Los aficionados comentaron que esperaban escuchar algunas palabras del talentoso jugador que, a sus 16 años, ya ha captado la atención del mundo del fútbol.
Sin embargo, la falta de declaraciones no empaña el potencial de Páez, quien seguramente aprenderá con el tiempo a gestionar mejor estos momentos de alta expectación, tal como lo ha hecho su compañero Moisés.
El liderazgo de Moisés Caicedo en la cancha y fuera de ella
Moisés no solo brilla fuera del campo. En el plano deportivo, la responsabilidad de ser capitán de la selección ecuatoriana fue un desafío que asumió con entereza. A sus 22 años, lideró al equipo con autoridad y fue pieza clave en la victoria contra Perú, tanto en su papel de mediocampista como en la gestión emocional del grupo. Junto con Enner Valencia, Caicedo se encargó de calmar los nervios cuando el marcador estaba empatado, demostrando que su liderazgo va más allá de la cinta que porta en el brazo.
Además, su influencia no se limita a lo que ocurre durante los 90 minutos. Caicedo ha sido un defensor incansable de sus compañeros, siempre dispuesto a respaldar y motivar al equipo en los momentos difíciles. Esta madurez temprana, tanto dentro como fuera del terreno de juego, ha llevado a que muchos lo vean como el futuro de la selección ecuatoriana.
Compromiso social: el lado menos visible de Moisés Caicedo
Uno de los aspectos más admirables de Moisés Caicedo es su compromiso con su comunidad. Originario de Santo Domingo, el futbolista ha llevado su éxito un paso más allá, ayudando a los jóvenes de su localidad. Caicedo ha donado uniformes a la escuela de fútbol de su pueblo, brindando apoyo a los niños que sueñan con una carrera en el deporte. Este tipo de gestos demuestran que su éxito no le ha hecho olvidar sus raíces, sino que lo ha inspirado a retribuir a la sociedad que lo vio crecer.
Con estos gestos, tanto dentro como fuera de la cancha, Moisés Caicedo se sigue consolidando como un ídolo no solo por su talento futbolístico, sino por su capacidad de inspirar a las nuevas generaciones de jugadores y aficionados.