El presidente de la Comisión de Arbitraje rompe el silencio sobre la realidad del fútbol ecuatoriano
En medio de una de las temporadas más polémicas de la LigaPro, donde los errores arbitrales y los rumores de irregularidades han estado a la orden del día, Néstor Pitana, presidente de la Comisión Nacional de Arbitraje, decidió hablar. Y no fue una declaración cualquiera: fue una radiografía emocional, honesta y necesaria del estado actual del arbitraje en el fútbol ecuatoriano.
Desde su llegada en febrero de 2024, Pitana—quien dirigió la final del Mundial 2018—sabía que no venía a un lugar fácil. En entrevista con La Radio Redonda, confesó:
«Cuando llegué, hice un diagnóstico desde cero: instalaciones, funcionamiento, pero sobre todo, talento humano. Y lo que vi fue gente buena, con ganas de hacer las cosas bien».
Con tono pausado pero firme, el argentino dejó claro que la honestidad y el compromiso son su base de trabajo, asegurando que el arbitraje debe prestarse al fútbol, no al ego:
«Yo siempre digo: dame una buena persona y vamos a formar un buen árbitro».
Pitana pone nota al arbitraje nacional y se sincera sobre sus errores
Lejos de caer en triunfalismos, Pitana fue directo:
«Si vamos a lo cuantitativo, estamos en un 7,5. Hemos cometido errores, y eso también se debe a que es mi primera experiencia en este rol. Pero hay árbitros con mucho potencial».
El ex FIFA también compartió sus valores clave: “humildad, honestidad y huevos”. Un código que busca imprimir en cada juez ecuatoriano para limpiar la imagen de un gremio golpeado.
Por su parte, Luis Muentes, presidente de los árbitros ecuatorianos, valoró la gestión de Pitana, aunque con realismo:
«Tiene una gran trayectoria, pero no es Jesucristo. No puede hacer milagros. Venimos de años complicados, incluso con tres presidentes de comisión en un solo mes».
¿Renace la esperanza del arbitraje en Ecuador?
Aunque el camino aún es largo, el trabajo de Pitana parece estar sembrando una nueva semilla en el fútbol ecuatoriano. Con autocrítica, visión clara y valores firmes, intenta devolverle la credibilidad a un gremio que ha estado en la mira. ¿Lo logrará? El tiempo y la cancha lo dirán.
