El Orgullo de Manabí sorprende en la altura con un triunfo ajustado que deja a Técnico Universitario fuera de la zona alta.
El argentino Mariano Miño se erigió como la figura del encuentro al marcar el gol que selló la victoria del Orgullo de Manabí, dejando a Técnico Universitario con un amargo sabor de derrota. La emoción del fútbol ecuatoriano nunca deja de sorprender, y la reciente jornada protagonizada por Delfín y Técnico Universitario es una prueba más de ello. En una noche cargada de tensión y expectativas en Ambato, los aficionados al fútbol ecuatoriano vivieron un enfrentamiento que dejó huella, especialmente por la actuación decisiva de DT Juan Pablo Buch.
Un plan ejecutado a la perfección
Delfín llegó a Ambato con un plan claro y un objetivo en mente: asaltar la altura y llevarse los tres puntos que le permitieran seguir escalando en la tabla de posiciones. Bajo la dirección táctica de su entrenador, el equipo manabita planteó un partido inteligente, consciente de las dificultades que representa jugar en la altura, pero también confiado en su capacidad para aprovechar las oportunidades que se le presentaran.
El primer tiempo fue un claro ejemplo de esta estrategia. Aunque Técnico Universitario dominó la posesión del balón, fue Delfín quien mostró mayor contundencia a la hora de generar peligro. A los 29 minutos, un centro preciso al área fue desviado por Jostin Alman, dejando al medio campista Mariano Miño en una posición inmejorable para cerrar la jugada con un gol que silenció a los hinchas locales. Fue un golpe certero que reflejó el orden y la disciplina con la que Delfín encaró el encuentro.
Desesperación y polémica en la segunda mitad
El segundo tiempo fue un calvario para Técnico Universitario, que se vio obligado a cambiar su enfoque para intentar remontar el marcador adverso. Con el paso de los minutos, la desesperación comenzó a hacer mella en los jugadores del Rodillo, quienes no encontraban la forma de superar la férrea defensa manabita. Los centros sin sentido al área se convirtieron en la tónica del juego, pero ninguna de esas jugadas logró traducirse en el gol del empate.
La tensión aumentó en los minutos finales, cuando una jugada polémica encendió los ánimos en el estadio. Un balón que iba directo al arco impactó en la mano de Goitea dentro del área, lo que provocó la ira de los jugadores y aficionados de Técnico Universitario. Sin embargo, el VAR decidió no revisar la jugada, argumentando que la mano estaba pegada al cuerpo, lo que desató aún más controversia y frustración en el equipo local.
Un triunfo con sabor a revancha
Para Juan Pablo Buch, este partido fue mucho más que una simple victoria. El DT, que en su momento vistió los colores de Técnico Universitario, celebró con euforia el gol que marcó la diferencia y que, en cierto modo, tuvo un sabor a revancha personal. Su desempeño fue clave para que Delfín lograra llevarse los tres puntos y seguir en la pelea por los puestos de honor en el campeonato.
Por su parte, Técnico Universitario deberá replantearse muchas cosas tras este duro golpe. La derrota no solo los aleja de la zona alta de la tabla, sino que también expone ciertas debilidades en su juego que deberán ser corregidas si quieren mantenerse en la lucha por los primeros puestos. El equipo ambateño demostró que tiene calidad y capacidad para dominar el juego, pero le faltó precisión y suerte para concretar sus oportunidades.
Este encuentro entre Delfín y Técnico Universitario dejó claro que en el fútbol ecuatoriano no hay rival pequeño y que cada partido es una nueva oportunidad para demostrar la valía de un equipo. Mariano Miño se llevó todos los reflectores con su gol decisivo, mientras que Técnico Universitario deberá trabajar duro para sobreponerse a esta derrota y recuperar su lugar en la parte alta de la tabla. Sin duda, el fútbol ecuatoriano sigue regalándonos historias llenas de emoción y drama, y este partido es un claro ejemplo de ello.
