El expresidente de la FEF rompe el silencio tras años de silencio
El pasado 23 de julio, Luis Chiriboga Acosta, ex presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), hizo su primera aparición pública en cinco años tras cumplir una parte de su sentencia en el Centro de Rehabilitación Social de Ambato. Vestido con una réplica de la camiseta de la Selección que logró la histórica clasificación al Mundial 2002, Chiriboga intentó lavar su imagen, pero ¿lo consiguió?
Con una sonrisa que contradecía su situación legal, Chiriboga aseguró en el programa «Esto es fútbol» del canal Marca 90 que es inocente de los cargos de lavado de activos y asociación ilícita. Pero, ¿qué tan convincentes fueron sus palabras?
Los Datos sueltos y las Cifras
Chiriboga comenzó su intervención con una promesa: demostrar su inocencia en cinco minutos. Armado con una carpeta azul llena de datos y cifras, intentó convencer al público de que en la FEF no hay un solo dólar lavado. Sin embargo, evitó hablar de los cargos que le imputaron en 2015 el Departamento de Justicia de Estados Unidos y el FBI, relacionados con el escándalo FIFA-gate.
El Testimonio del Hijo: Una Mancha Difícil de Borrar
Uno de los puntos más críticos que Chiriboga evitó tocar fue el testimonio de su hijo, José Luis Chiriboga Merino, en una corte de Nueva York. En 2017, José Luis reveló cómo lavó 2,8 millones de dólares para su padre a través de transferencias electrónicas utilizando su cuenta en el Biscayne Bank de Miami. Este testimonio fue un golpe devastador para la defensa de Chiriboga.
José Luis confesó que su padre le pidió usar su cuenta para recibir sobornos de las empresas Full Play Group y Cross Trading, relacionadas con los derechos de televisión del fútbol. Cuando el banco empezó a hacer preguntas, se fabricaron contratos falsos para justificar las transacciones. «No podía decir que no», declaró José Luis, quien renunció a un departamento en Miami comprado con dinero ilícito.
Las Acusaciones de Traición
En su aparición en Marca 90, Chiriboga también hizo referencia a una traición. «Me han traicionado. Yo sé que me han traicionado», afirmó, sin mencionar nombres. Es probable que se refiriera a los antiguos miembros del directorio de la FEF, quienes lo suspendieron en 2015 y no aceptaron su pedido de licencia, lo que llevó a su renuncia a finales de 2016.
¿Redención o Estrategia?
Chiriboga intentó presentarse como un hombre traicionado e inocente, pero su retórica y falta de respuestas concretas sobre las acusaciones en su contra dejaron más preguntas que respuestas. Mientras afirmaba que su espíritu no ha sido dañado por nadie, las pruebas y testimonios en su contra siguen siendo contundentes.