Emelec se convierte en el «cajero automático» de la LigaPro, permitiendo a los rivales sacar puntos en el Capwell.
Emelec, uno de los clubes más grandes del fútbol ecuatoriano, atraviesa una de las peores crisis de su historia reciente. Las derrotas se acumulan y la frustración de los hinchas ha llegado a un punto tal que han bautizado al equipo con un nuevo y doloroso apodo: «cajero automático». Este mote hace alusión a la facilidad con la que los equipos rivales sacan puntos cuando visitan el estadio George Capwell, algo impensable en años anteriores.
Un apodo que refleja la frustración de la hinchada
La derrota más reciente ante El Nacional, en la que Emelec cayó 1-0 por un autogol de Jhon Jairo Sánchez, fue la gota que colmó el vaso para los hinchas. Este resultado no solo significa una nueva caída en la LigaPro, sino que también dejó al descubierto las graves falencias que atraviesa el equipo tanto en el campo como en la administración.
El Capwell, que alguna vez fue una fortaleza inexpugnable, se ha convertido en un terreno donde los rivales se sienten cómodos y, lo que es peor, donde los «eléctricos» parecen incapaces de reaccionar. De hecho, Emelec no perdía dos partidos consecutivos en casa desde el 2018, una situación que revela el nivel de deterioro que ha sufrido el equipo en los últimos años.
Problemas administrativos y deportivos que afectan al equipo
No solo la situación en la cancha es preocupante. En el plano administrativo, Emelec ha enfrentado múltiples sanciones y multas que han debilitado al club en su totalidad. Recientemente, el equipo sufrió la resta de tres puntos en la tabla de posiciones debido a una sanción por impago de una deuda de 20 mil dólares con el jugador Christian Cruz. Esta situación ha generado una gran molestia en el entrenador Leonel Álvarez, quien no ha podido contar con refuerzos debido a las restricciones impuestas por la FIFA.
Las críticas no se han hecho esperar. Figuras del fútbol ecuatoriano como Luis Miguel Delgado han señalado que varios jugadores como Romario Caicedo, Jackson Rodríguez y Aníbal Leguizamón ya cumplieron su ciclo en el club y deberían ser reemplazados para intentar revertir la situación. Sin embargo, con la prohibición de fichajes en vigor, el margen de maniobra de Emelec es mínimo, lo que deja al equipo en una posición extremadamente vulnerable.
La urgencia de un cambio radical
Emelec necesita cambios urgentes, tanto en lo deportivo como en lo administrativo. La afición espera que el presidente José Pileggi, junto con su directiva, tome decisiones contundentes para sacar al equipo del bache en el que se encuentra. No será una tarea fácil, pero el club cuenta con una historia rica en éxitos que debe servir de inspiración para superar este mal momento.
Con Facundo Castelli lesionado y sin una defensa sólida, la pregunta que se hacen todos es: ¿qué más tiene que pasar para que Emelec reaccione? Mientras tanto, la realidad es que el equipo sigue acumulando derrotas, y el apodo de «cajero automático» amenaza con quedarse si no hay un cambio inmediato.