El Rey de Copas muestra su jerarquía y apunta a la final tras vencer a Independiente del Valle
Liga de Quito, conocido como el Rey de Copas, demostró su carácter en el momento crucial de la temporada al remontar y vencer 2-1 a Independiente del Valle. Este emocionante duelo no solo fue el partido de la fecha, sino quizás el más esperado del año, y no decepcionó. Con esta victoria, Liga se coloca en la cima de la tabla, encaminándose hacia la posibilidad de forzar una gran final por el título.
Un primer tiempo de lucha y goles
Independiente del Valle comenzó el encuentro mostrando su calidad y aprovechó una desatención de la defensa de Liga para ponerse en ventaja. En el minuto 17, Jeison Medina sorprendió a Adé y Domínguez, y con una sutil vaselina, puso el 1-0 que encendió a la hinchada de Independiente.
Sin embargo, Liga de Quito no estaba dispuesto a rendirse. Justo antes de que terminara la primera mitad, Bryan Ramírez lanzó un centro perfecto desde la derecha, y Álex Arce aprovechó la oportunidad con un cabezazo certero para igualar el marcador. Este gol no solo devolvió el ánimo a Liga, sino que también cambió por completo el ritmo del partido.
Segundo tiempo: Liga toma el control y asegura la victoria
La segunda mitad comenzó con un Liga de Quito decidido a darlo todo por la victoria. Con una actitud ofensiva y el deseo de alcanzar la cima, el equipo de Vitamina Sánchez se lanzó al ataque. En el minuto 62, Michael Estrada filtró un pase preciso para el chileno Fernando Cornejo, quien definió con frialdad ante el arquero de Independiente, dándole la ventaja definitiva a Liga.
La euforia se desató entre la afición de Liga, que ahora sueña con una posible final. Con esta victoria, el Rey de Copas se coloca en una posición privilegiada y, con la misma intensidad, buscará mantener el ritmo cuando visite a la Universidad Católica en su próximo compromiso. Por su parte, Independiente del Valle intentará reponerse en su siguiente encuentro ante Macará.
La LigaPro sigue al rojo vivo, y Liga de Quito ha dejado claro que, cuando se trata de partidos decisivos, su jerarquía y espíritu competitivo marcan la diferencia. La afición ya sueña con ver al equipo levantar otra copa y dar una alegría más a su hinchada.