El Beto lo volvió a hacer: Con orden y estrategia, Deportivo Cuenca frustró al puntero y dejó a Barcelona sin ideas
Norberto Araujo no dirige con discurso, dirige con resultados. Y esta vez, en la casa de uno de los grandes del fútbol ecuatoriano, logró lo que muchos no pudieron: sacarle un empate a Barcelona SC en el Monumental. Pero más allá del punto, lo que se llevó fue respeto. ¿Cómo lo hizo? Lectura táctica impecable, valentía en los cambios y un equipo que supo sufrir.
Mientras Segundo Castillo dudó en mover sus fichas, Araujo fue directo. Ajustó rápido, no se casó con nombres y priorizó lo colectivo. Barcelona apenas remató tres veces al arco. En casa. Con todo su arsenal. Y eso dice más que cualquier discurso post-partido.
¿Qué falló en Barcelona?
El «Ídolo del Astillero» tuvo la pelota, sí. Pero no supo qué hacer con ella. Faltó profundidad, variantes, desequilibrio. Jugadores como Janner Corozo, cuestionado por su irregularidad, volvieron a sumar minutos sin impacto. Y Castillo tardó en hacer cambios que el partido gritaba desde el primer tiempo.
El resultado fue un equipo que dominó pero no lastimó. Un empate que sabe a derrota para quien quiere el liderato.
Araujo, con los pies en la tierra pero el pecho inflado
Al final del partido, Norberto Araujo se mostró satisfecho:
“Mis jugadores lo dejaron todo. Fuimos ordenados, inteligentes, y el punto vale muchísimo por el rival y el escenario”.
Y tiene razón. No se trató solo de defender. Cuenca tuvo personalidad, generó peligro y frustró al líder. El Beto no necesita grandes presupuestos. Le basta con tener claro a qué juega.