A pesar de la victoria ante El Nacional, el mediocampista del Ídolo dejó cifras alarmantes en precisión de pases
El fútbol ecuatoriano vive de pasiones y resultados, y la victoria de Barcelona SC sobre El Nacional debería haber sido motivo de alegría total. Sin embargo, el rendimiento de Jhonny Quiñónez encendió las alarmas. El mediocampista, que sigue siendo una pieza fija para Ismael Rescalvo, registró cifras sorprendentes: de 38 pases realizados, 37 habrían sido errados, según los datos que circularon en redes.
Este número, aunque debatido, refleja una desconexión evidente en el juego del jugador y abre un intenso debate sobre su continuidad en el once titular.
Un mediocampo que necesita precisión
Quiñónez llegó al Ídolo con la misión de ser un motor en la zona media, pero su rendimiento está muy lejos de lo esperado. La falta de claridad en la entrega del balón frena la transición ofensiva y obliga al equipo a jugar forzado. Para una hinchada exigente como la amarilla, la imprecisión constante no es un detalle menor.
A pesar de esto, Rescalvo ha mantenido su confianza en él, algo que muchos aficionados y analistas cuestionan. ¿Se trata de lealtad, de falta de alternativas o de una apuesta por su recuperación futbolística?
El dilema de Rescalvo
La decisión de mantener a Quiñónez como titular deja en el aire preguntas sobre la estrategia del entrenador. Barcelona SC necesita un mediocampista que asegure circulación limpia y genere oportunidades. Y aunque la posesión es importante, carece de valor si los pases no encuentran destino.
Si Quiñónez no logra mejorar, Rescalvo podría verse obligado a replantear su esquema o buscar opciones que aporten la precisión que el equipo necesita para competir en el más alto nivel.
Barcelona SC ganó, pero la polémica sigue servida. La afición quiere victorias, pero también rendimiento. El caso Quiñónez es un recordatorio de que, en el fútbol ecuatoriano, el resultado no siempre tapa las dudas. Todo dependerá de si el mediocampista logra revertir la situación o si Rescalvo decide mover sus fichas en el mediocampo.