Desde el Infierno del Descenso Hasta el Éxito Internacional
La vida de Hernán Galíndez, arquero de la selección ecuatoriana, ha estado marcada por momentos de gloria y de profunda angustia. En un reciente y revelador testimonio, Galíndez confesó cómo el descenso con Rosario Central lo llevó al borde de la desesperación, planteándose decisiones extremas que ahora, desde la cúspide de su carrera, mira con una perspectiva renovada y llena de aprendizajes.
Un Regreso agridulce a Rosario
Este fin de semana, Hernán Galíndez volvió a pisar el césped del estadio de Rosario Central, pero esta vez con la camiseta de Huracán, líder de la Liga Profesional. A pesar de haber sido el pilar en la victoria por 1-0 contra su antiguo equipo, la recepción fue, cuanto menos, hostil. Los recuerdos del descenso de 2010 aún están frescos en la memoria de muchos aficionados.
El Desgarrador Recuerdo del Descenso
En 2010, Rosario Central, bajo la dirección de Leo Madelón, descendió a la Segunda División de Argentina tras perder la Promoción frente a All Boys. Galíndez, arquero en ese equipo, cargó con la cruz de ese descenso. La caída no solo impactó su carrera profesional, sino que también afectó profundamente su estado emocional y mental. En una entrevista con TyC Sports, Galíndez reveló lo que pasó por su mente en esos oscuros momentos:
«Lamentablemente, me tocó estar en un momento muy duro de Central. La primera vez que vuelvo a jugar en este estadio después de 14 años, algunos de la gente, no todos, pero me demostraron su descontento. Sé que soy uno de los culpables de lo que pasó ese día. A mí me dolió porque era jugador de fútbol y porque era hincha de Central.»
La Reinvención de Galíndez
Después del descenso, Galíndez pasó por Quilmes antes de encontrar la felicidad en la cancha con la Universidad Católica de Ecuador. Este cambio fue crucial para su recuperación mental y emocional. En Ecuador, no solo recuperó su pasión por el fútbol, sino que también encontró un nuevo hogar. Luego de un exitoso paso por Universidad de Chile y un regreso triunfal a Ecuador con Aucas, Galíndez se consolidó como un pilar en La Tri, participando en el Mundial de Qatar 2022 y en varias eliminatorias.
Una Confesión Impactante
En una entrevista, Galíndez confesó haber pensado en cometer una locura tras el descenso:
«No voy a hacer una locura, como en ese momento sí lo pensé. Cualquier cosa. Sobre mi vida. Pasé momentos duros. Hoy después de haber podido soportar eso, puedo soportar cualquier cosa.»
La Vida Después del Fútbol
Tras el descenso, Galíndez perdió amigos y recibió críticas, pero también encontró una nueva vida en Ecuador. Se casó, formó una familia y llegó a portar el brazalete de capitán en un amistoso contra Argentina, un honor que generó tanto orgullo como polémica. Hoy, con 37 años, Galíndez reflexiona sobre su trayectoria con una mezcla de humildad y satisfacción:
«Uno se acuerda también de esas cosas. Vale la pena también el aprendizaje.»
La conexión emocional con su familia y su nueva vida en Ecuador le brindaron la fuerza necesaria para seguir adelante y recuperar su amor por el fútbol.
Los Logros Internacionales y la Redención
El camino de Galíndez no solo se limitó a superar el descenso. En su carrera, ha logrado hitos significativos, como ser parte del equipo nacional ecuatoriano en el Mundial de Qatar 2022 y en varias eliminatorias sudamericanas. Estos logros no solo hablan de su habilidad como arquero, sino también de su resiliencia y determinación para redimirse y demostrar su valía a nivel internacional.
El Legado de Galíndez
El legado de Hernán Galíndez va más allá de sus logros en el campo de juego. Su historia es un testimonio de superación y de la importancia de la salud mental en el deporte. A través de sus confesiones y su carrera, Galíndez ha abierto un diálogo crucial sobre los desafíos emocionales que enfrentan los atletas y la importancia de buscar ayuda y apoyo.
Una Inspiración para Futuras Generaciones
La historia de Galíndez es una fuente de inspiración para muchos jóvenes futbolistas que enfrentan sus propias adversidades. Su capacidad para levantarse después de caer y encontrar éxito en nuevos horizontes es un recordatorio poderoso de que, con determinación y apoyo, es posible superar incluso los momentos más oscuros.
Hernán Galíndez es un claro ejemplo de resiliencia y determinación, demostrando que, incluso en los momentos más oscuros, siempre hay una luz al final del túnel. Su historia es un testimonio de la capacidad humana para superar las adversidades y alcanzar el éxito, una inspiración para todos los aficionados al fútbol.