Descubre cómo el carismático goleador ecuatoriano invierte su fortuna en obras sociales que impactan vidas en Ecuador y Brasil.
Enner Valencia, uno de los futbolistas más reconocidos de Ecuador, ha demostrado que su grandeza va más allá de las canchas de fútbol. Mientras otros jugadores de élite prefieren gastar sus millonarias ganancias en lujos extravagantes, como autos de alta gama o relojes de marca, Valencia ha optado por un camino diferente: devolver a su comunidad natal, Ricaurte, en la provincia de Esmeraldas, parte de lo que la vida le ha dado.
La iglesia de Enner Valencia: Un símbolo de fe y compromiso
La construcción de una iglesia en Ricaurte es la manifestación tangible del amor y gratitud que Enner siente por su tierra. En un país donde las necesidades son muchas, su decisión de edificar un templo para los habitantes de su pueblo es un gesto que habla de su profundo compromiso con su gente. Con una amplia zona destinada a los feligreses, este lugar se ha convertido en un espacio de encuentro, fe y esperanza para la comunidad.
Valencia no se conformó con el éxito y la fama que ha cosechado en su carrera futbolística. Su salario anual, que alcanza los 195 mil dólares según El Telégrafo, podría haber sido destinado a cualquier lujo imaginable. Sin embargo, decidió destinar 26 mil dólares, de acuerdo con el portal Studocu, a la construcción de este santuario, cumpliendo así con una promesa que había hecho a su pueblo.
Un contraste marcado con otros futbolistas
Es común ver a jugadores de renombre mundial como Cristiano Ronaldo, Neymar o Paul Pogba, exhibiendo sus adquisiciones de lujo en redes sociales. Sin embargo, el enfoque de Valencia es diametralmente opuesto. Su prioridad no es acumular bienes materiales, sino contribuir al bienestar de los suyos, a pesar de estar lejos de su tierra.
Felipe Caicedo, otro destacado futbolista ecuatoriano, es un ejemplo de aquellos que invierten en lujos. Pero Enner Valencia ha optado por otro camino, uno que refleja su origen humilde y su deseo de mejorar las condiciones de vida en su comunidad.
Más allá de Ecuador: La solidaridad de Enner no tiene fronteras
El corazón solidario de Valencia no se limita a Ecuador. En mayo de 2024, cuando las fuertes inundaciones azotaron Rio Grande Do Sul, en Brasil, Valencia no dudó en ofrecer su ayuda. Su colaboración incluyó la entrega de alimentos y suministros a los damnificados, demostrando que su sentido de responsabilidad social trasciende fronteras.
Del mismo modo, cuando un devastador terremoto sacudió Turquía, Enner volvió a mostrarse como un pilar de apoyo para aquellos en necesidad. Contribuyó con alimentos y otros recursos esenciales, reafirmando su compromiso de ayudar donde más se necesita.
Las críticas no frenan su labor social
A pesar de las críticas que ha recibido en su carrera, especialmente por su rendimiento en la Selección de Ecuador, donde algunos le han reprochado su falta de goles, Enner Valencia no ha permitido que esto afecte su labor social. Cada Navidad, se asegura de regresar a Ricaurte para llevar regalos y alegría a las familias de escasos recursos, manteniendo vivo el espíritu de generosidad que lo caracteriza.
Un legado que trasciende el fútbol
El legado de Enner Valencia va más allá de sus logros en el campo. Su historia es un recordatorio de que el éxito no solo se mide en títulos o goles, sino en la capacidad de tocar vidas y dejar una huella imborrable en el corazón de las personas. Su iglesia en Ricaurte, sus donaciones en Brasil y Turquía, y su constante apoyo a su comunidad natal son testimonio de un hombre que entiende que la verdadera grandeza radica en servir a los demás.
En un mundo donde los lujos y la ostentación parecen ser la norma, la decisión de Enner Valencia de invertir en su gente y en aquellos que más lo necesitan es un acto de humanidad que merece ser aplaudido y recordado. Su ejemplo no solo inspira a otros deportistas, sino también a todos aquellos que tienen el poder de hacer la diferencia en la vida de los demás.