Djorkaeff Reasco, el delantero ecuatoriano que se quedó en el banco de suplentes en el Clásico Rosarino.
El domingo por la tarde se vivió el encuentro más esperado de la Superliga Argentina, el Clásico Rosarino, que enfrentó a dos equipos históricos del fútbol: Newell’s Old Boys y Rosario Central. El resultado final del partido fue un empate a cero que dejó a ambos equipos con sabor agridulce.
Newell’s Old Boys, liderado por Djorkaeff Reasco en su plantilla, salió al campo de juego con toda su garra y pasión, buscando superar a su acérrimo rival. Pero, a pesar de sus esfuerzos, el partido se mantuvo cerrado y ninguno de los equipos pudo anotar el gol de la victoria.
La emoción y el colorido estuvieron presentes en todo momento en la ciudad y en el estadio, donde los hinchas de ambos equipos hicieron sentir su apoyo y su amor por sus colores. El ambiente era de fiesta y de rivalidad sana, lo que hizo que el partido fuera aún más emocionante.
A pesar de la entrega y el coraje que mostraron los jugadores de Newell’s Old Boys, el equipo tuvo que conformarse con un punto en su casillero, que lo ubicó en la novena posición de la tabla de posiciones.
Djorkaeff Reasco, el delantero ecuatoriano, se quedó en el banco de suplentes durante todo el partido, a pesar de que su equipo necesitaba variantes en ataque y gol. El entrenador solo hizo un cambio, lo que limitó las posibilidades de victoria para Newell’s.
En conclusión, el Clásico Rosarino entre Newell’s Old Boys y Rosario Central fue un partido intenso y emocionante, pero que no tuvo un claro ganador. Ambos equipos dejaron todo en la cancha, pero al final tuvieron que conformarse con un empate. Sin embargo, el amor y la pasión por el fútbol que se vivió en el estadio fue algo que ningún hincha de ambos equipos olvidará jamás.
Newell´s Old Boys: Lucas Hoyos; Jherson Mosquera, Ditta, Zahir Mansilla y Bruno Pittón; Sforza (Pablo Pérez), Gómez y Ferreira; Aguirre, Recalde y Ramiro Sordo.