Fútbol ecuatoriano bajo tensión: los jugadores de Emelec denuncian hasta 8 meses de sueldos impagos y se niegan a entrenar. ¿Qué pasará con el club?
En Ecuador, la pasión por el fútbol se vive con intensidad, pero también con preocupación. Esta vez, no se trata de un gol ni de un clásico vibrante, sino de un problema serio que golpea el corazón del fútbol ecuatoriano: los jugadores de Emelec decidieron no entrenar por falta de pagos.
Sí, leíste bien. Este 2 de octubre, el plantel completo del Bombillo se presentó en el Polideportivo de Samanes, se cambió, pero no pisó el campo. La razón es contundente: los sueldos están atrasados entre tres y ocho meses, según expresaron en un video publicado por el propio equipo.
Con la voz de su capitán, Luis Fernando León, el mensaje fue claro y firme: “A pesar de esta situación, siempre hemos priorizado la estabilidad del club. Pero hoy, exigimos respeto”. Entre los afectados están nombres importantes como Pedro Ortiz y Jaime Ayoví, figuras que han mantenido al club a flote en lo deportivo mientras, detrás de cámaras, enfrentaban esta dura realidad.
Un grito que no se puede ignorar
Esta no es la primera vez que el equipo azul pasa por momentos económicos críticos, pero sí marca un punto de inflexión desde la llegada de Jorge Guzmán a la presidencia. Y mientras el club no resuelve su deuda con jugadores y cuerpo técnico, el equipo deberá enfrentar el Hexagonal final en busca de un cupo a la Copa Sudamericana, con un vestuario visiblemente afectado.
El próximo desafío es este sábado 4 de octubre ante Deportivo Cuenca. ¿Cómo responderá el equipo dentro del campo? ¿Aparecerán los dirigentes? Las preguntas están sobre la mesa, y la hinchada espera respuestas urgentes.
Lo que está pasando en Emelec es un reflejo de las dificultades económicas que enfrenta el fútbol ecuatoriano. Más allá de los colores, se trata de personas, de profesionales que dan todo por su camiseta y que ahora piden lo mínimo: respeto y cumplimiento. Es momento de que la dirigencia actúe, antes de que la tormenta se convierta en huracán.