Emelec busca acuerdos responsables para superar su crisis económica, aunque descarta que el estadio vuelva a llevar el nombre de la institución financiera.
Emelec continúa atravesando un complejo escenario financiero y, en medio de sus múltiples deudas, dio un paso clave para intentar ordenar su economía. Este miércoles, el club anunció oficialmente que inició negociaciones con el Banco del Pacífico, uno de sus principales acreedores.
El cuadro eléctrico arrastra problemas en diferentes frentes: pagos pendientes con exjugadores, obligaciones con la plantilla actual y deudas con proveedores. Incluso, semanas atrás salió a la luz un monto elevado adeudado a la empresa de agua potable, lo que motivó gestiones con el alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez.
Sin embargo, la deuda más grande proviene del financiamiento recibido años atrás para la reconstrucción del estadio George Capwell. Bajo la directiva de José Pileggi, el club cayó en mora con el Banco del Pacífico, y ahora, con Jorge Guzmán al mando, se busca una salida viable.
En las últimas horas circuló la versión de que el estadio podría volver a llamarse “Banco del Pacífico”, pero Emelec descartó esa opción en su comunicado oficial.
“Se han iniciado los diálogos con el Banco del Pacífico. El objetivo es desarrollar acuerdos responsables y sostenibles que garanticen un futuro sólido para nuestra gestión, tanto en lo deportivo como en lo administrativo”, detalló la institución.
Además, el club aclaró que no existe ningún convenio de patrocinio con la entidad financiera, reforzando que el acercamiento se centra únicamente en alcanzar un acuerdo sobre la deuda vigente.
