Escándalo Financiero: La contraloría pone bajo la lupa a la FEF y los Fondos de Guayaquil
La pasión por el fútbol en Ecuador trasciende las canchas, convirtiéndose en un eco que resuena en cada rincón del país. Sin embargo, esta ferviente devoción se ha visto empañada por una sombra de duda y controversia que se cierne sobre uno de los eventos futbolísticos más destacados de la región: la final de la Copa Libertadores de América 2022, celebrada con gran pompa en el estadio Monumental Banco Pichincha de Guayaquil.
En un giro inesperado que ha sacudido los cimientos del fútbol ecuatoriano, una investigación reciente ha revelado interrogantes alarmantes sobre la administración y el destino de los fondos públicos destinados a la organización de tan magno evento. Según fuentes confiables, la Contraloría General del Estado ha levantado banderas rojas respecto al uso de dos millones de dólares entregados por la alcaldía de Guayaquil, bajo la gestión de Cinthia Viteri, a la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF).
Lo que inicialmente se destinó para la adecuación y embellecimiento del escenario deportivo, ha desencadenado una serie de cuestionamientos sobre desviaciones financieras. Informes indican que una fracción de estos fondos se utilizó para mejoras no solo en el estadio Monumental, sino también en los estadios Christian Benítez Betancourt y George Capwell, designados para los entrenamientos de los equipos finalistas Flamengo y Athletico Paranaense. Adicionalmente, se menciona la asignación de recursos para seguros, mantenimiento de canchas, consultorías de seguridad y asesoría legal, inversiones que, a primera vista, parecen desviar del propósito original de estos fondos.
La situación se complica aún más al revelarse que, de los dos millones asignados, solo se ha justificado el uso de 1.8 millones, dejando un vacío sobre el destino final del remanente. Esta incertidumbre financiera ha motivado la intervención del actual alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, quien ha autorizado la conformación de una comisión especial para investigar a fondo el manejo de los valores entregados a la FEF.
Este episodio, documentado meticulosamente por el periodista Sergio Basantes, no solo pone en tela de juicio la transparencia y la integridad de las instituciones involucradas, sino que también despierta una alerta entre los aficionados y seguidores del fútbol ecuatoriano. La exigencia de claridad y responsabilidad es imperativa para preservar la esencia del deporte rey en el corazón de Ecuador, asegurando que la pasión por el fútbol se mantenga pura, libre de las sombras de la duda y la controversia.
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