El fútbol ecuatoriano sigue conquistando Europa. Estrasburgo quiere fichar a Jeremy Arévalo por 7 millones mientras Kendry Páez lucha por minutos.
Mientras el joven Kendry Páez aún pelea por hacerse un lugar como titular en la Ligue 1, otro nombre ecuatoriano empieza a sonar fuerte en el fútbol francés. Jeremy Arévalo, delantero de apenas 18 años del Racing de Santander, está a punto de dar un salto que podría cambiar su vida y marcar un nuevo capítulo en la historia del fútbol ecuatoriano.
Según la prensa española, Estrasburgo —equipo de la Ligue 1— ha presentado una oferta superior a 7 millones de euros por el joven atacante, y le ha ofrecido un contrato con un salario 20 veces mayor al que percibe actualmente. No es una exageración: este fichaje representa una inversión seria, estratégica y pensada para el futuro.

¿Por qué Estrasburgo está dispuesto a pagar tanto por Arévalo?
La clave está en el City Football Group (CFG). Estrasburgo forma parte del conglomerado que también posee al Manchester City, y cumple un rol clave como club incubadora de talentos jóvenes. Al fichar a Arévalo, el CFG no solo gana a una promesa sudamericana, sino que le ofrece una plataforma inmediata para crecer y brillar en una de las cinco grandes ligas del mundo.

Con este movimiento, Jeremy Arévalo se convierte en una pieza valiosa dentro del ecosistema CFG. Su rendimiento en el Racing B y su proyección al primer equipo han llamado la atención por su explosividad, visión y capacidad de desequilibrio en el uno contra uno. Puede jugar por ambas bandas o como mediapunta, y su perfil físico y técnico encaja perfectamente con la Ligue 1, donde el ritmo y la intensidad lo son todo.
¿El camino correcto? Arévalo apuesta por minutos y desarrollo
A diferencia de lo que ocurrió con Kendry Páez, quien firmó con el Chelsea por una cifra millonaria pero ha tenido pocos minutos en el Estrasburgo, Arévalo parece haber elegido un camino más pausado pero estratégico. Prioriza tener minutos, estar en un entorno de alto nivel y evitar la presión de llegar a un gigante sin garantías de juego.
El propio entrenador de Estrasburgo, Liam Rosenior, lo explica con claridad:
«En el fútbol de élite, la clave para el desarrollo no es el nombre del club, sino las garantías de minutos. Arévalo está tomando una ruta inteligente: un club competitivo, con estructura de primer nivel y con visibilidad global.»
