El fichaje del delantero genera críticas en la hinchada alba, que exige refuerzos de jerarquía para 2025.
La llegada de Alejandro Cabeza a Liga Deportiva Universitaria de Quito ha encendido un intenso debate entre los hinchas albos. El anuncio, que tomó por sorpresa a la afición, fue recibido con una ola de críticas en redes sociales, donde muchos cuestionaron la calidad del fichaje y la estrategia de la directiva para reforzar el equipo en 2025.
En plataformas digitales, frases como “Para eso mejor confíen en los canteranos” o “¿Contratar un cuarto suplente? ¿Qué necesidad?” reflejan la frustración de los hinchas, quienes esperaban refuerzos de mayor jerarquía.
Comparaciones inevitables: Cabeza vs. Charcopa
Uno de los puntos más polémicos ha sido la comparación entre Alejandro Cabeza y Jairón Charcopa, un joven con proyección que podría dejar el club. La frase recurrente “Charcopa >>>>> Cabezas y de largooooooooo” resume el sentir de la hinchada, que considera un error dejar ir a un talento emergente para dar espacio a un jugador cuyo rendimiento en equipos anteriores no ha sido destacado.
¡BIENVENIDO AL REY! 👑
— LDU Oficial (@LDU_Oficial) January 18, 2025
Alejandro Cabezas se sumará a los albos esta temporada 💪
🙌 ¡VAMOOOS ALEJO! #Refuerzos2025 #DaleLIGA pic.twitter.com/zOQDNyAxeC
«Una completa burla»: Críticas a los fichajes en general
El descontento no se limita a Cabeza. La afición cuestiona la mayoría de las contrataciones realizadas por Liga de Quito este año, salvando únicamente a Richard Mina y, tal vez, a Pastrán. Los hinchas consideran que la falta de refuerzos de peso refleja una falta de ambición por parte de la directiva, liderada por los hermanos Álvarez.
¿Qué necesita Liga de Quito para revertir la situación?
La hinchada exige que las contrataciones sean estratégicas y que se prioricen posiciones clave con jugadores de calidad comprobada. Además, piden mayor transparencia y comunicación de la directiva sobre el proyecto deportivo del club.
Si bien Alejandro Cabeza aún tiene la oportunidad de demostrar su valía en el campo, la presión será enorme, y tanto él como la directiva deberán trabajar arduamente para recuperar la confianza de una afición que no se conforma con menos que la excelencia.