La derrota de Universidad Católica frente a Barcelona SC estuvo marcada por decisiones arbitrales controversiales. ¿Cómo afectarán estos fallos al desenlace de la LigaPro?
La reciente victoria de Barcelona SC sobre Universidad Católica en la fecha 4 de la Fase 2 de la LigaPro ha generado un gran revuelo, no solo por el resultado en el campo, sino también por las decisiones arbitrales que han dejado mucho que desear. Dos acciones en particular han encendido el debate, especialmente porque el VAR, que se supone es la herramienta definitiva para evitar injusticias en el fútbol, no llamó al árbitro central Franklin Congo para revisar las jugadas.
¿Mano o no mano? El debate sobre la jugada de Álex Rangel
Una de las jugadas más controversiales ocurrió en el primer tiempo, cuando un centro desde la izquierda por parte de Universidad Católica terminó impactando en el brazo de Álex Rangel, defensor de Barcelona SC, que estaba extendido en el área. La pelota claramente golpeó su brazo, lo que muchos consideraron una mano que debía ser sancionada como penal. Sin embargo, aunque el VAR tomó unos minutos para revisar la acción, nunca se llamó al árbitro central para que él mismo verificara la jugada y determinara si el contacto ameritaba un penal.
El resultado de este incidente fue que Universidad Católica, a pesar de dominar en varios tramos del partido y superar en juego a los «Amarillos», se fue con las manos vacías. Para muchos aficionados y analistas, esta decisión del VAR dejó a la «Chatoleí» en desventaja y finalmente les costó el partido, que terminó 1-0 a favor del equipo local.
Declaraciones de Pablo Ortiz: ¿Reclamo o aceptación?
Pablo Ortiz, presidente de Universidad Católica, no ocultó su frustración tras la derrota, pero mostró una postura equilibrada en sus declaraciones. «Si hubiéramos jugado mal y perdido por uno o cinco goles estaría molesto. Hoy creo que hicimos un buen partido, no entró la pelota, nos hizo falta el número 9, el goleador. Pero estoy contento con la actitud de los muchachos en este partido que era importante en esta segunda fase», comentó Ortiz en la zona mixta del estadio Banco Pichincha.
Respecto a la polémica mano de Rangel, Ortiz fue cauteloso: «Este rato prefiero no decir nada, porque yo lo vi y me pareció penal, pero quiero verlo con tranquilidad. Para ver si es necesario o no quejarnos, porque se dice mucho de los árbitros, pero a veces se tiene razón y otras no. Yo quiero ver qué pasa». Estas palabras reflejan una postura más contemplativa, dejando la puerta abierta para una posible protesta formal, pero sin precipitarse en sus declaraciones.
El codazo a Janner Corozo: ¿Otro error arbitral?
La segunda jugada que ha generado un gran número de comentarios fue el codazo que recibió Janner Corozo por parte de Kevin Minda. En el minuto 66, mientras Corozo intentaba cabecear un balón, recibió un golpe en el rostro que le causó un corte notable en su pómulo derecho. El impacto fue tan fuerte que el jugador tuvo que ser reemplazado por Djorkaeff Reasco a los 73 minutos. Nuevamente, el VAR decidió no intervenir, lo que provocó más críticas tanto de la prensa como de los aficionados. ¿Por qué el VAR no consideró necesario revisar una jugada que claramente podría haber cambiado el rumbo del partido?
Ariel Holan, técnico de Barcelona SC, prefirió no emitir comentarios sobre la acción en la rueda de prensa posterior al encuentro, pero el silencio del entrenador no ha frenado las críticas, que han ido en aumento desde el final del partido.
Impacto en la LigaPro: ¿Qué sigue para Universidad Católica?
Con la derrota, Universidad Católica se encuentra a seis puntos del líder de la etapa, Liga de Quito, complicando sus opciones de ganar esta fase de la LigaPro. Sin embargo, el entrenador del «Trencito Azul», Jorge Célico, no se ha dado por vencido. «Todavía quedan 11 jornadas, y mucho puede suceder», declaró con firmeza, mostrando que el equipo no ha perdido la esperanza.
La polémica en torno a las decisiones arbitrales en el fútbol ecuatoriano no es nueva, pero lo sucedido en Guayaquil ha puesto nuevamente el foco en la necesidad de un arbitraje más preciso y justo. Para Universidad Católica, el próximo paso será evaluar cuidadosamente las jugadas y decidir si vale la pena presentar un reclamo formal. Mientras tanto, los aficionados siguen esperando una respuesta clara: ¿se hará justicia o estos errores pasarán desapercibidos?