Mushuc Runa clasificó invicto y ganó su cupo tras la caída de Palestino ante Cruzeiro en Brasil.
Cuando Mushuc Runa empató con Unión de Santa Fe en Argentina, muchos pensaban que aún quedaba camino por recorrer. Pero la noche siguiente, desde Belo Horizonte, llegó el golpe de suerte: Palestino cayó 2-1 ante Cruzeiro y, sin patear un balón más, el Súper Ponchito se metió directamente en los octavos de final de la Copa Sudamericana.
El equipo ambateño, dirigido por el experimentado Éver Hugo Almeida y respaldado por el incansable Doctor Luis Alfonso Chango, ha hecho historia al ganar el Grupo E con una fecha de anticipación. Y no solo eso: lo hizo de forma invicta, con 4 victorias, 1 empate y un gol diferencia de +6. Un rendimiento sólido que ahora les da el privilegio de descansar en la última jornada, sabiendo que el boleto está asegurado.
Lo curioso de esta clasificación es que se selló fuera de la cancha. La derrota de Palestino en suelo brasileño fue suficiente para que Mushuc Runa celebrara desde casa. Un premio merecido a una campaña trabajada con paciencia, equilibrio y, sobre todo, carácter.

Para un club que hace apenas unos años disputaba la Serie B del fútbol ecuatoriano, este logro tiene un peso enorme. No es solo una hazaña deportiva; es un reflejo de un proyecto serio que ha sabido crecer desde lo local hacia lo internacional, sin hacer ruido pero dejando huella.
Ahora el panorama cambia: Mushuc Runa ya está entre los 16 mejores del continente en esta edición de la Sudamericana. ¿Quién lo hubiera imaginado hace una década? El camino no ha sido fácil, pero el Ponchito ya está escribiendo una historia que pocos podrán ignorar.