El entrenador de Liga de Quito Pablo Sánchez aclara sus declaraciones y pide unidad antes del duelo clave por Libertadores
Las palabras pesan, sobre todo cuando vienen de un entrenador en medio de una temporada intensa. Pablo Sánchez, director técnico de Liga de Quito, se vio obligado a retroceder y aclarar lo que muchos hinchas interpretaron como una crítica directa. Lo que pretendía ser un llamado a la unión terminó encendiendo un malestar que ahora busca apagar con mesura y autocrítica.
Tras el partido del sábado, Sánchez hizo unas declaraciones que no cayeron bien en parte de la hinchada. Algunos sintieron que sus palabras eran una especie de reproche disfrazado. Sin rodeos pero con serenidad, el técnico pidió disculpas. «Mi solicitud de apoyo fue mal interpretada», dijo, explicando que su intención era resaltar que los momentos difíciles se enfrentan mejor si el equipo y la hinchada van en la misma dirección.
La Libertadores no espera, y el calendario tampoco. Liga se alista para viajar a Venezuela y enfrentar a Deportivo Táchira en un duelo crucial para mantener con vida sus aspiraciones internacionales. Pero más allá del plano táctico o físico, Sánchez quiere un entorno emocionalmente alineado. “Pido disculpas por lo que se malinterpretó y espero que los cánticos sigan. Los futbolistas también cargan con la presión, y el pesimismo no ayuda”, remarcó.
El entrenador argentino no es ajeno al clima que se vive cuando los resultados no llegan como se espera. Sin embargo, sabe que mantener una buena sintonía con la afición puede ser tan importante como alinear bien a su once titular. Consciente de que su mensaje anterior generó ruido, ahora prefiere hablar claro, sin polémicas y con un pedido directo: aliento incondicional.
El balón aún no rueda en Venezuela, pero el primer movimiento ya se hizo desde el banquillo: reconciliarse con la hinchada antes de salir a jugar uno de los partidos más importantes del semestre.
