A Tomás Lecanda le anularon un gol dedicado a su madre y rompe en llanto al verla

Cuando el fútbol y las emociones se encuentran: el conmovedor homenaje de Tomás Lecanda a su madre

El fútbol, con su capacidad única de entrelazar momentos deportivos y emociones personales, volvió a regalarnos una historia que quedará en la memoria de muchos. En el partido entre Independiente del Valle e Imbabura por la décima jornada de la Fase 2 de la LigaPro, una situación particular capturó todas las miradas del Estadio Banco Guayaquil, y el protagonista fue Tomás Lecanda, un defensor argentino que vivió un instante lleno de sentimientos encontrados.

Un partido vibrante lleno de sorpresas

El duelo entre Independiente del Valle e Imbabura se anticipaba como un partido decisivo en la lucha por la etapa. Sin embargo, además del fútbol que se desplegó en el campo, las emociones jugaron un papel fundamental. Todo comenzó con una expulsión a los 22 segundos de iniciado el encuentro, un hecho que marcó un comienzo intenso para ambos equipos.

Lecanda, conocido por su paso en River Plate, no tardó en hacerse notar en la cancha. Con determinación, pisó el área rival y, en lo que parecía ser el primer gol de su carrera profesional, desató su alegría mostrando una camiseta con la leyenda: «Feliz día mamá». Este gesto fue un homenaje a su madre, coincidiendo con el Día de la Madre en Argentina.

El gol anulado que rompió el corazón de Lecanda

Sin embargo, la euforia no duró mucho. La jugada fue revisada y, tras una decisión del VAR, el gol fue anulado por una ajustada posición adelantada en su primer cabezazo. Un brazo en fuera de juego fue suficiente para frenar el festejo y devolver a Lecanda a la realidad de un partido que seguía su curso. A pesar de la emoción contenida, el marcador no favoreció a su equipo, que terminó cayendo 3-1 ante Independiente del Valle.

Un abrazo que emocionó a todos

A pesar de la derrota y el gol anulado, el momento más emotivo llegó después del pitido final. Mientras se dirigía al vestuario, Lecanda miró hacia las tribunas y, para su sorpresa, allí estaba su madre. Ella, junto a otros familiares, había viajado desde Argentina para acompañarlo en Ecuador. En ese instante, las emociones se desbordaron. El joven defensor no pudo contener las lágrimas y corrió hacia su madre, fundiéndose en un abrazo que tocó el corazón de todos los presentes.

Este encuentro entre madre e hijo, en medio de un escenario deportivo, nos recuerda la importancia del apoyo familiar y cómo el fútbol puede ser mucho más que un simple deporte. Lecanda no solo jugó para su equipo ese día, también lo hizo para su madre, a quien quiso dedicarle su primer gol como profesional, aunque el destino decidió otra cosa.

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