Independiente del Valle asegura su lugar en el torneo más importante de Sudamérica y ratifican el crecimiento del fútbol ecuatoriano.
El fútbol ecuatoriano está viviendo un momento vibrante y de mucho orgullo. Mientras los aficionados disfrutan de la LigaPro, Independiente del Valle volvió a marcar un hito: con tres fechas por jugar, se convirtió en el primer equipo ecuatoriano clasificado a la Copa Libertadores 2026. Una gesta que no solo emociona a sus hinchas, sino que confirma el peso del fútbol nacional en el continente.
El triunfo que selló la clasificación
El Negriazul venció a Técnico Universitario y, gracias al resultado entre Barcelona SC y Universidad Católica, aseguró matemáticamente el primer puesto de la Fase Inicial de la LigaPro. Con 59 puntos en 27 partidos, los Rayados no solo se consagraron como líderes, sino que obtuvieron un cupo directo a la fase de grupos de la próxima Libertadores.
Este logro tiene aún más valor considerando el cambio de formato en el torneo: ahora el primer lugar de la tabla de posiciones clasifica directamente, ocupando el puesto de Ecuador 2 en el sorteo internacional.

Un club que se acostumbró a ganar
Lo de Independiente del Valle ya no es casualidad, sino una tendencia consolidada. Con esta clasificación, será la séptima vez consecutiva que el club disputará la Copa Libertadores, un dato que refleja el crecimiento de la institución y su impacto en el fútbol ecuatoriano.
La dirigencia, el trabajo de cantera y la mentalidad ganadora han convertido al equipo en un ejemplo de gestión deportiva. Hoy, bajo la dirección técnica de Javier Rabanal, el Negriazul no solo piensa en participar: quiere competir para llegar lejos y seguir sumando triunfos al palmarés del fútbol ecuatoriano.
Independiente del Valle volvió a escribir historia y se perfila como el gran representante de Ecuador en la próxima Copa Libertadores. Su clasificación anticipada es un orgullo para todos los seguidores del fútbol ecuatoriano y una señal de que el balompié nacional sigue creciendo a pasos agigantados.
Ahora la pregunta es: ¿hasta dónde llegarán los Rayados en 2026? Lo cierto es que la ilusión ya está encendida.