El presidente Marco Pazos responde a los actos vandálicos y defiende la continuidad de Marcelo Zuleta en medio de la tormenta en Tumbaco.
El Club Deportivo El Nacional, conocido como el Bitri, está atravesando uno de los momentos más tensos y delicados de su historia reciente. La presión de la hinchada, los problemas financieros y la incertidumbre sobre el futuro del equipo han puesto al club en una situación crítica. En una entrevista exclusiva con ‘Mundo Deportivo’ de radio Cobertura FM, Marco Pazos, presidente de El Nacional, se pronunció sobre los últimos acontecimientos que han sacudido al club y que han puesto a prueba la paciencia de los aficionados.
La presión de la hinchada: un arma de doble filo
En medio de la crisis que vive el equipo, la barra organizada del club se trasladó hasta el complejo de Tumbaco para exigir la salida inmediata del técnico argentino Marcelo Zuleta. Armados con pancartas y un mensaje claro de «Fuera Zuleta», los hinchas expresaron su descontento de una manera que fue más allá de las palabras: pintaron las paredes del complejo con consignas en contra del DT y del cuerpo técnico.
Sin embargo, Pazos fue tajante al declarar que la destitución de Zuleta no es una opción en este momento. «La salida de Marcelo Zuleta no es una opción. No podemos darnos el lujo de experimentar con otro director técnico, sobre todo con la situación económica en la que nos encontramos«, enfatizó. La realidad financiera del club no permite cambios radicales, y un nuevo técnico podría empeorar la situación si no obtiene resultados inmediatos. «¿Si vienen y pierden 5 partidos seguidos? Sabiendo nuestra economía, no es una opción en este momento«, añadió Pazos, dejando claro que la continuidad de Zuleta es una apuesta a largo plazo, aunque eso signifique ir en contra de la voluntad de la afición.
Fichajes: ¿soluciones o problemas adicionales?
En cuanto a los refuerzos, el presidente defendió las contrataciones de Gabriel Cortez y Mario Pineida, jugadores con amplia experiencia en el fútbol ecuatoriano. «Gabriel Cortez es un jugador de primera categoría, un privilegio tenerlo aquí», declaró Pazos, subrayando que el salario del ‘Loco’ en su antiguo club, Barcelona SC, superaba los USD 20 mil, cifra que El Nacional no puede igualar. Sin embargo, el club ha logrado negociar condiciones favorables que permiten tener a Cortez y Pineida en sus filas.
El fichaje de Cortez ha generado expectativas, especialmente por su habilidad en los tiros libres y su capacidad para definir partidos. No obstante, Pazos fue claro al mencionar que, si se presentara la oportunidad, Cortez podría salir al exterior con una cláusula de rescisión baja que beneficiaría al club. Esta estrategia busca, a corto plazo, fortalecer el equipo, pero también deja la puerta abierta para generar ingresos futuros.
La deuda con los jugadores: una herida abierta
Uno de los temas más sensibles en la entrevista fue la deuda que El Nacional mantiene con sus jugadores. Pazos reconoció que el club ha tenido dificultades para cumplir con los pagos, pero aseguró que se ha hecho un esfuerzo considerable para cubrir las necesidades básicas del plantel. «A los jugadores que menos cobran, se les pagó el 100% del sueldo. A otros se les pagó el 33%», explicó, enfatizando que la situación económica del club requiere de sacrificios y paciencia.
La gestión de estos pagos ha sido crítica para mantener la moral del equipo, aunque la incertidumbre persiste. «Tratamos de pagar casi todo», insistió Pazos, destacando que el club está haciendo todo lo posible por salir adelante, aunque no todos los jugadores han recibido su salario completo.
Actos vandálicos: una mancha en la historia del club
Finalmente, Pazos se refirió a los actos vandálicos en Tumbaco, expresando su indignación por la conducta de un sector de la hinchada. «Pintar las paredes del complejo del club… ¡¿Cómo van a hacer ese tipo de cosas?! Eso no se apoya», exclamó, visiblemente molesto. El presidente recordó que este tipo de acciones solo desmotivan a los jugadores y generan un ambiente negativo que afecta a todo el equipo.
A pesar de las tensiones, Pazos hizo un llamado a la unidad y al apoyo incondicional hacia el equipo. «Apoyen a los jugadores, ese tipo de cosas sólo los desmotivan», concluyó, apelando a la razón y al amor por el club que, a lo largo de los años, ha superado adversidades aún mayores.
El futuro de El Nacional está en juego
El Nacional enfrenta un desafío monumental, no solo en el campo de juego, sino también en su relación con los hinchas y en su gestión financiera. La determinación de Marco Pazos de mantener a Marcelo Zuleta al frente del equipo es un mensaje claro de que el club busca estabilidad a largo plazo, aunque esto signifique navegar por aguas turbulentas en el presente. La situación actual requiere más que nunca del apoyo de la hinchada, que debe entender que el éxito del club no se construye de la noche a la mañana. El futuro de El Nacional depende de la unidad y de la capacidad de todos los involucrados para superar juntos esta crisis.