Desde el Viejo Continente al sillón presidencial: el ídolo de El Nacional quiere volver, pero esta vez como dirigente.
El fútbol ecuatoriano siempre ha sido tierra fértil de talentos que inspiran. Y pocos nombres despiertan tanta admiración como el de Antonio Valencia, exjugador del Manchester United y emblema de la Selección. Pero ahora, el “Toño” quiere dejar una huella distinta. Ya no como jugador, sino como presidente de El Nacional, el club donde todo comenzó para él.
En un live reciente en TikTok, al ser consultado sobre esta posibilidad, Valencia respondió sin rodeos:
«Tengo la ilusión, pero todo lleva su tiempo. Tenemos una buena relación con la gente del ejército y creo que estaría bueno que vuelva eso de El Nacional con el ejército, que era lindo antes, maravilloso. Esa conexión sería linda, ojalá que se pueda dar.»

El regreso soñado al club que lo vio nacer
Para los que no lo recuerdan, Antonio debutó en El Nacional entre 2001 y 2005, justo antes de su aventura por Europa. El Bi-Tri fue el trampolín que lo catapultó a Villarreal, Wigan y, más tarde, al histórico Manchester United.
Aunque muchos lo imaginaban ligado a Liga de Quito por su reciente paso como jugador, el corazón de Valencia parece seguir anclado en el club del ejército. Su proyecto deportivo AV25, sus valores de disciplina y liderazgo, y su experiencia internacional, lo posicionan como una figura con visión renovadora para la dirigencia del fútbol nacional.
¿Qué podría significar este paso para el fútbol ecuatoriano?
Que una figura como Valencia se involucre a nivel dirigencial podría marcar un antes y un después. No solo en El Nacional, sino como inspiración para que más exfutbolistas se capaciten y tomen roles de liderazgo. En un fútbol que pide a gritos gestión profesional, el nombre de Toño suena fuerte… y con razón.
¿Se viene el «Presi Toño»?
La ilusión está sembrada y los hinchas del Bi-Tri ya lo sueñan en las oficinas del club. ¿Será esta la nueva etapa de un ícono del fútbol ecuatoriano? Por ahora, Valencia dejó claro que tiene la intención. Solo el tiempo dirá si ese sueño se vuelve realidad.