Gustavo Vallecilla, que hace meses fue pifiado en el Monumental, firmó un nuevo contrato a largo plazo con el Ídolo del Astillero.
En el fútbol ecuatoriano las segundas oportunidades no siempre llegan… pero cuando lo hacen, suelen levantar cejas y generar debate. Gustavo Vallecilla, central esmeraldeño de 26 años, pasó de ser uno de los jugadores más cuestionados por la hinchada de Barcelona SC a asegurarse un lugar en el club por varias temporadas más. Una decisión que pocos esperaban y que ya divide opiniones en el mundo amarillo.
La historia reciente de Vallecilla en BSC
La noche del 8 de mayo pasado quedó grabada en la memoria de muchos. En pleno partido de Copa Libertadores ante River Plate, y con el Monumental repleto, Vallecilla pidió el cambio tras los abucheos de su propia afición. No pudo soportar la presión, pero sus compañeros lo convencieron de seguir en el campo.
Desde entonces, su temporada ha sido una montaña rusa:
- 24 titularidades en 26 partidos oficiales.
- 2211 minutos jugados.
- 0 goles y 0 asistencias.
- 7 tarjetas amarillas.
Aunque sus números no impresionan en ataque, su constancia en la alineación muestra que el cuerpo técnico confía en él.

La renovación que sorprende
Este 13 de agosto, el periodista Christian Carrasco confirmó que Barcelona SC renovó el contrato de Vallecilla por tres años más, hasta 2028. Una jugada que deja en el aire la duda: ¿fue decisión directa del entrenador Ismael Rescalvo o una apuesta del presidente y la dirigencia?
En un club donde la presión por rendir es máxima, extender el vínculo de un jugador que ha vivido momentos tan tensos frente a su propia hinchada es, como mínimo, un movimiento arriesgado. Sin embargo, también podría ser una señal de respaldo y confianza para que el defensa encuentre su mejor versión.
El caso de Gustavo Vallecilla es un recordatorio de que en el fútbol ecuatoriano las historias pueden dar giros inesperados. Entre críticas, dudas y respaldo dirigencial, el central tendrá ahora la oportunidad —y la presión— de demostrar que su renovación no fue un error.