Mientras el fútbol ecuatoriano busca nuevos líderes, Pablo Trobbiani se pone al mando del Ídolo en plena crisis deportiva. Te contamos todo sobre su trayectoria, retos y lo que se juega BSC en Riobamba.
En el mundo del fútbol ecuatoriano, hay momentos que parecen sacados de una novela. Y este, sin duda, es uno de ellos. La salida de Segundo Castillo dejó al Ídolo sin timón justo cuando más lo necesitaba. Con la Copa Ecuador y la LigaPro aún al alcance, el club tomó una decisión emocional pero lógica: confiar en Pablo Trobbiani, un viejo conocido de la casa, para enfrentar a Mushuc Runa este domingo en Riobamba.
Un apellido que pesa y una historia ligada a Barcelona
Pablo no es un improvisado. Hijo de Marcelo Trobbiani, campeón mundial con Argentina en 1986 y exjugador de Barcelona SC, su destino parecía marcado por el balón. Nacido en Elche, España, pero con alma sudamericana, Pablo jugó en Boca Juniors y dirigió la reserva torera en 2017. Desde 2018, es el coordinador de formativas del club, ganándose el respeto de dirigentes y jugadores por igual.

En su paso por Chacaritas —un proyecto que buscaba estrechar lazos con el Ídolo— no tuvo los mejores números: una sola victoria en 12 partidos. Sin embargo, su conocimiento del entorno y la confianza interna lo colocaron al frente del equipo en un momento clave.
El reto en Riobamba: cortar la racha y reilusionar a la hinchada
Barcelona llega golpeado: cuatro derrotas consecutivas y una hinchada que exige reacción. Pero no todo es gris. El Ídolo aún es tercero en la tabla con 29 puntos, a solo tres del líder Independiente del Valle. Mushuc Runa, su próximo rival, marcha abajo con apenas 15 unidades. Un triunfo podría ser el punto de quiebre.
Trobbiani, aunque en interinato, sabe que esta es su gran oportunidad. Conoce el camerino, ha trabajado con los juveniles y entiende la presión de llevar la camiseta amarilla.

¿Será Pablo Trobbiani el revulsivo que necesita Barcelona?
Con el centenario en curso, la directiva sabe que no hay margen para más errores. Trobbiani asume el reto con ilusión, pero también con la mirada fija en lo que representa este momento para el fútbol ecuatoriano. ¿Podrá cambiar el rumbo y ganarse una oportunidad más allá del interinato? Todo comenzará a definirse este domingo en Riobamba.