Una noche difícil en Guayaquil: Gustavo Vallecilla fue abucheado por la hinchada y Byron Castillo lo sostuvo cuando quiso dejar el campo
No todos los partidos son para el recuerdo, y Gustavo Vallecilla lo sabe. El zaguero vivió una de sus noches más complicadas en el estadio Monumental, donde la hinchada de Barcelona SC no tuvo piedad con él durante el duelo ante River Plate. Cada vez que tocaba el balón, el “noooo” que bajaba desde las gradas pesaba más que cualquier marcador.
Vallecilla no pudo más. A mitad del segundo tiempo, entre los silbidos y su propio fastidio, pidió el cambio. Quería salir. Pero entonces apareció Byron Castillo. No con un gol o una asistencia, sino con algo más valioso en ese momento: respaldo. Con un gesto firme, el lateral le pidió que no bajara los brazos, que aguantara, que se quedara en la cancha. Y así fue.
Este episodio, más allá del resultado, deja una imagen potente: la de un jugador al borde del colapso emocional sostenido por su compañero. En un ambiente que muchas veces exige perfección, es fácil olvidar que los futbolistas también sienten, fallan y, a veces, se derrumban.

Vallecilla no tuvo su mejor noche, pero no fue el único. Lo que ocurrió en el Monumental también habla de una hinchada exigente, que no siempre tiene la paciencia que un jugador necesita. Lo curioso es que Byron, quien también ha sido blanco de críticas en su momento, se convirtió en el sostén del compañero que flaqueaba.
¿Es justo el trato que recibió Vallecilla? ¿Debió el cuerpo técnico sacarlo cuando lo pidió? ¿Hizo bien Byron en intervenir? Preguntas abiertas en una historia que no terminó en los 90 minutos.