Barcelona SC vuelve a ser noticia por una sanción de FIFA. ¿Qué hay detrás de la nueva prohibición? Aquí te lo contamos.
Cuando se habla del fútbol ecuatoriano, es imposible no mencionar a Barcelona SC. Con su historia cargada de gloria, pasiones y también de polémicas, el Ídolo del Astillero vuelve a estar en el centro de la conversación: FIFA lo ha sancionado nuevamente, prohibiéndole inscribir jugadores durante tres periodos de transferencias.
No es la primera vez. En las últimas semanas, el club guayaquileño ha sorteado sanciones similares. Las ha ido resolviendo a contrarreloj, pagando deudas o logrando acuerdos que le han permitido volver al ruedo. Pero esta vez la advertencia parece más seria.
🟨 Las deudas del pasado siguen pesando
El presidente del club, Antonio Álvarez, fue claro al reconocer que estas demandas no son nuevas:
«Las demandas vienen sucediendo desde el 2010. Es todos los años, es bimestral, mensual…»
Y no miente. A lo largo de los años, Barcelona SC ha arrastrado deudas de administraciones anteriores, compromisos incumplidos que siguen pasando factura. Desde salarios no pagados hasta finiquitos mal manejados, la historia se repite una y otra vez.
Álvarez aseguró que su directiva está trabajando para finiquitar adecuadamente los contratos actuales y evitar que las futuras dirigencias hereden estos problemas financieros. Es una tarea titánica, pero necesaria si el club quiere salir del círculo vicioso.
🟨 ¿Qué puede pasar ahora?
Aunque no se han revelado los montos exactos ni el origen detallado de las nuevas deudas, la sanción ya está activa. Barcelona no podrá registrar jugadores en los próximos tres mercados de fichajes, a menos que logre un acuerdo con los acreedores o cancele las obligaciones pendientes.
En un año clave para la competencia local e internacional, esto representa un golpe fuerte. La plantilla actual será el único recurso disponible, y eso podría pasarle factura en lo deportivo.
El fútbol ecuatoriano necesita clubes fuertes, responsables y sostenibles. Barcelona SC, con toda su historia y peso en el país, está en un momento crucial. La hinchada lo sabe, lo sufre y lo apoya. Ahora la pelota está en la cancha de la dirigencia: ¿podrán resolver esta nueva crisis antes de que sea demasiado tarde?
