En la previa del decisivo duelo por Copa Libertadores, Barcelona SC confía en su garra.
Cuando el fútbol ecuatoriano habla de noches históricas, siempre hay espacio para soñar con un milagro. Este martes, Barcelona SC está ante uno de esos partidos que definen mucho más que un pase a octavos: está en juego el orgullo, la fe y el rugido de una hinchada que no deja de creer.
Tras su último entrenamiento en Guayaquil, los Toreros quedaron listos para viajar a Quito y enfrentar a Independiente del Valle a las 19:30, en el estadio Banco de Guayaquil. El duelo es clave, no solo por el rival, sino porque el equipo necesita ganar y que River Plate derrote a Universitario para avanzar en la Copa Libertadores. El margen de error es nulo. La fe, total.
Dixon Arroyo: voz de compromiso y esperanza
El volante Dixon Arroyo, con la serenidad de quien sabe lo que se juega, habló en la previa:
«Estamos preparados para este partido, sabemos lo que significa y con el esfuerzo y la lucha de cada uno de nosotros queremos lograr la clasificación.»
El mensaje no solo apuntó a lo futbolístico, también fue directo al corazón de los hinchas:
«Que nos den esa confianza, que ellos nos alienten, que nosotros en la cancha lo vamos a dar todo.»
Palabras sencillas, pero cargadas de esa mística que solo el fútbol puede generar. Porque en este tipo de partidos no siempre gana el que más tiene, sino el que más lo desea.
¿Milagro o despedida con la frente en alto?
Mientras la ciudad late en amarillo y negro, la realidad es clara: Barcelona depende de sí mismo… y de River. Pero si algo ha demostrado el equipo a lo largo de su historia, es que sabe cómo reinventarse ante la adversidad.
El fútbol ecuatoriano está lleno de gestas que empezaron con incertidumbre y terminaron en euforia. Esta podría ser una más.
