¡Del Monumental a la revancha! Williams Riveros festeja con clase su victoria ante Barcelona SC

De héroe a villano, de Guayaquil a Lima: el defensor paraguayo volvió al estadio que lo hizo grande, pero esta vez como figura de Universitario.

Hay victorias que saben diferente. Y para Williams Riveros, ganarle a Barcelona SC en el mismísimo Monumental fue más que tres puntos: fue un golpe al pasado, una respuesta elegante a quienes dudaron de él. Porque sí, el paraguayo supo lo que es brillar con la camiseta del Ídolo… pero también lo que es salir por la puerta trasera.

De figura en el Ídolo… a señalado por la polémica

Riveros llegó a Barcelona SC en 2020 de la mano de Fabián Bustos. Rápidamente se convirtió en un muro en defensa, pieza clave en el campeonato nacional y protagonista absoluto en la histórica campaña que llevó al club a semifinales de la Copa Libertadores en 2021.

Pero el cuento de hadas se quebró. Errores puntuales y rumores sobre apuestas deportivas lo alejaron del cariño de la hinchada. Aunque jamás se presentaron pruebas, las especulaciones empañaron su salida. Riveros negó siempre las acusaciones, pero el daño ya estaba hecho.

Renacer en Perú: Fabián Bustos le dio otra oportunidad

El destino es curioso. En 2024, Riveros volvió a encontrarse con Bustos, esta vez en Universitario. Y como si la historia quisiera reivindicarlo, se coronó campeón del fútbol peruano, siendo una de las figuras del equipo crema.

Su seguridad en defensa, liderazgo y temple en los partidos grandes lo devolvieron a su mejor versión. Y el pasado martes, volvió al Monumental. Esta vez como rival. Y salió con una sonrisa silenciosa, pero contundente.

Su reacción: pura clase, nada de revancha ruidosa

Las cámaras lo captaron celebrando con mesura. Sin gestos desafiantes. Solo una alegría contenida, la que se tiene cuando sabes que volviste a ganar respeto… en la cancha.

Williams Riveros volvió a donde alguna vez fue ídolo, pero esta vez como rival y vencedor. Sin escándalos, sin palabras de más, solo fútbol. Y aunque no hubo revancha declarada, su actuación fue un mensaje claro: el talento, tarde o temprano, vuelve a brillar.

Mucho traje, poco fútbol
Mucho traje, poco fútbol
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