El pedido de El Nacional: Mantener la final en Quito para reunir a más hinchas
En un giro que ha causado gran expectación entre los seguidores del fútbol ecuatoriano, El Nacional ha decidido pedir a la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) que se reconsidere la sede de la final de la Copa Ecuador. La razón: evitar el traslado a Ibarra y así asegurar el respaldo masivo de sus aficionados en un partido crucial.
La postura de El Nacional: ¿Por qué no Ibarra?
Durante las últimas horas, la directiva de El Nacional ha estado moviéndose estratégicamente para que la final de la Copa Ecuador no se juegue en el estadio Olímpico de Ibarra, como estaba previsto inicialmente. Desde el entorno del equipo se argumenta que, al tratarse de un enfrentamiento entre dos equipos quiteños —El Nacional y el Independiente del Valle—, sería mucho más conveniente disputar el partido en Quito.
Esta decisión no es solo una cuestión de logística, sino también de ambiente. El Nacional, conocido como «El Rojo» o «Los Puros Criollos», tiene un sólido respaldo en la capital, y trasladarse a otra ciudad para una final podría diluir el apoyo ferviente de su afición.
La solicitud formal ante la FEF
El club ya ha adelantado que presentará una solicitud formal a la FEF, esperando que la entidad tome en cuenta la importancia de tener un mayor número de hinchas en las gradas y la relevancia de un estadio más accesible para ambas hinchadas. La directiva de El Nacional cree que, siendo un evento entre equipos de la misma ciudad, tendría mucho más sentido que se realice en Quito. Este cambio no solo beneficiaría a sus seguidores, sino que también facilitaría la presencia de la afición del Independiente del Valle, creando un espectáculo con un ambiente local inigualable.
Independiente del Valle y su reacción
Aunque el enfoque principal ha sido la petición de El Nacional, muchos se preguntan cuál será la respuesta de Independiente del Valle ante esta solicitud. Ambos equipos tienen gran arraigo en Quito, y no se espera una resistencia significativa de Independiente del Valle para cambiar la sede, aunque la decisión final recaerá en la FEF. Este cambio podría influir en el dinamismo del encuentro y en la presencia de ambas hinchadas, que aportarían aún más energía a la atmósfera del partido.
¿Qué dirá la FEF?
La Federación Ecuatoriana de Fútbol tiene la última palabra. En el pasado, la FEF ha mantenido decisiones firmes respecto a las sedes de partidos importantes, pero también ha demostrado flexibilidad cuando las circunstancias lo ameritan. La expectativa ahora es saber si la FEF considerará esta petición y permitirá que la final se juegue en un estadio en Quito. De ser aceptada, esta medida no solo apoyaría la seguridad y el acceso para los hinchas, sino que permitiría a ambas aficiones disfrutar de un evento histórico en su ciudad.