Un penal polémico y una trifulca dejaron cuatro expulsados en el enfrentamiento entre La Tri Sub-20 y la Bicolor
La Selección Sub-20 de Ecuador volvió a enfrentarse a Perú en un amistoso preparatorio que, lamentablemente, será recordado más por los incidentes que por el fútbol. Tras un empate sin goles en el primer choque entre ambos equipos, el segundo encuentro estuvo marcado por las polémicas, los golpes y las tarjetas rojas.
El partido empezó con un ritmo intenso, pero las cosas se descontrolaron antes del final del primer tiempo. A los 38 minutos, un penal controvertido encendió los ánimos. Alejandro Pósito, de Perú, aprovechó la oportunidad para abrir el marcador desde los 12 pasos. Sin embargo, lo que ocurrió poco después eclipsó cualquier análisis futbolístico.
Al minuto 42, una falta cometida por Justin Lerma sobre Anderson Villacorta desató una trifulca. Aunque el gesto de Lerma no parecía especialmente violento, los jugadores de ambos equipos reaccionaron rápidamente, convirtiendo el campo en un escenario de empujones y golpes. En medio del caos, Jeremy Arévalo, defensor ecuatoriano, fue captado propinando un golpe a un rival, lo que resultó en su inmediata expulsión.
El árbitro Jordy Espinoza no tuvo más remedio que mostrar la tarjeta roja a cuatro jugadores: Villacorta y Ruiz por Perú, y Lerma y Arévalo por Ecuador. Este tipo de incidentes, que ya se habían visto meses atrás en un partido Sub-16 entre Ecuador y Argentina, pone en tela de juicio el manejo emocional de los jóvenes futbolistas en partidos de alta tensión.
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El amistoso terminó siendo cualquier cosa menos amistoso. Aunque estas categorías son fundamentales para el desarrollo de talentos, queda claro que aún hay mucho por trabajar en aspectos como la disciplina y el control emocional.
