No solo Vinotinto pierde la categoría; el reglamento obliga a un segundo equipo a descender y abre la puerta a una posible venta de cupo.
La suerte está echada. Tras caer 3-1 ante el Manta este sábado, Vinotinto sentenció su descenso y jugará la temporada 2026 en la Serie B. La estadía en la máxima categoría fue efímera; pese a contar con figuras como Romario Ibarra y el goleador Rafael Monti, el equipo no logró sostenerse ni con Grabowski ni con Gabriel Schurrer al mando.

El efecto dominó: dos descensos en uno La tragedia deportiva no termina ahí. El reglamento de la LigaPro prohíbe que una filial comparta categoría con su equipo principal. Al bajar Vinotinto a la Serie B, su filial, Atlético Vinotinto, pierde automáticamente la categoría y deberá jugar en Segunda Categoría, sin importar su desempeño en cancha.
¿Una oportunidad de negocio? Ante este vacío legal y deportivo, ha cobrado fuerza un rumor de mercado: Daquilema FC estaría interesado en comprar la plaza que deja vacante Atlético Vinotinto para ingresar directamente a la Serie B.
La definición final Mientras Vinotinto se despide, el drama por la permanencia continúa. Manta, Mushuc Runa y Técnico Universitario definirán su futuro en la última fecha unificada el próximo 29 de noviembre a las 14:00.

