Libertad FC estalla contra el arbitraje tras caer ante BSC: “¡Siempre nos roban en el Monumental!”
El fútbol ecuatoriano vuelve a encenderse, y esta vez no solo por lo que pasa con el balón en los pies. La reciente victoria 1-0 de Barcelona SC sobre Libertad FC dejó una estela de controversia. ¿Se le perdonó un penal al Ídolo del Astillero? Las palabras de los protagonistas no dejan lugar a dudas: hay bronca, reclamos y sensación de injusticia.
Un grito desde Loja: “Siempre nos roban en el Monumental”
Félix Mina, arquero del cuadro lojano, no se guardó nada:
“Sabemos que cuando venimos acá siempre nos roban porque somos un equipo chico. El arbitraje fue pésimo”, declaró con contundencia tras el pitazo final.
El reclamo principal se centra en una jugada dentro del área que involucró a Jánner Corozo, donde, según los jugadores de Libertad, existió un claro penal no sancionado. El entrenador Juan Carlos León también explotó ante los micrófonos:
“La del agarrón fue penal, igualita a la de Independiente. ¡Revísala, revísala en el VAR!”, exigió al juez central Robert Cabrera, quien no acudió a la pantalla.
¿Polémica recurrente o arbitraje condicionado?
Este tipo de declaraciones no son nuevas cuando equipos “chicos” visitan el Monumental. La actualidad del fútbol ecuatoriano exige transparencia y decisiones que no dejen lugar a dudas. Lo cierto es que la victoria de BSC los mantiene en la lucha por la fase final, pero queda la mancha de una jugada que pudo cambiar el partido.
La polémica del primer tiempo y los reclamos del Pechón 🗣️#ZappingSports 🤳 pic.twitter.com/DdvOlstLvg
— Zapping Ecuador (@zapping_ecu) October 25, 2025
Libertad FC, aunque herido, demostró carácter y dejó claro que no será un rival fácil para nadie. Mientras tanto, la hinchada vuelve a preguntarse: ¿la justicia se juega solo con once contra once?
Más que fútbol, es respeto
En un campeonato donde cada punto cuenta y cada jugada puede definir un título o un descenso, el fútbol ecuatoriano necesita árbitros a la altura de la competencia. ¿Fue penal? El debate está servido. Lo que no está en discusión es que el respeto debe ser igual para todos, sin importar el escudo en el pecho.
