El fútbol ecuatoriano atraviesa momentos tensos y los seguidores del Rojo no se quedaron callados. Te contamos qué pasó y por qué la afición está más furiosa que nunca.
La pasión por el fútbol ecuatoriano es innegociable, y en El Nacional, esa pasión está al borde de la ebullición. Lo que debía ser un cierre tranquilo de fase para el Bi-Tri se convirtió en un foco de tensión, sospechas y protesta abierta por parte de su fiel afición.
Este sábado, durante el partido correspondiente a la última jornada de la Fase Inicial de la LigaPro 2025, los hinchas de El Nacional desplegaron banderas y pancartas en contra de las casas de apuestas deportivas. La escena fue tan contundente como el mensaje: el pueblo rojo está harto.
El descontento crece en medio de rumores
A los malos resultados deportivos se suman dos bajas clave del plantel: David Cabezas y Anthony Bedoya. La salida de ambos no ha sido casual, sino que ocurre en paralelo con la noticia de una investigación judicial por presuntos amaños de partidos en el fútbol ecuatoriano. Incluso hubo allanamientos por parte de la fiscalía, lo que aumentó la tensión entre directiva, jugadores y la hinchada.
Aunque El Nacional, en lo matemático, está a salvo de descensos o sanciones deportivas inmediatas, el ambiente institucional es turbio, y las especulaciones no han tardado en encender las redes sociales.
El reclamo de la hinchada del Club Deportivo El Nacional por medio de pancartas:
— Rojo Total (@RojoTotall) September 27, 2025
– ‘El carnaval no mata, las apuestas sí’.
– ‘El sentimiento no se apuesta’.
– ‘Cero manipulación, más pasión’.#ElNacional2025 pic.twitter.com/KE0Fe31fwp
¿Y ahora qué?
El técnico Juan Carlos Pérez ya había dejado entrever que algo raro pasaba: “No estoy permitido a hablar de ciertas situaciones extra futbolísticas que están pasando”, dijo recientemente. Su frase resuena hoy más fuerte que nunca.
La actualidad del fútbol ecuatoriano exige transparencia, y la hinchada de El Nacional ha dado un paso al frente. Piden explicaciones, claridad y, sobre todo, respeto a la camiseta. Porque más allá de resultados, lo que duele es la desilusión.

