El Bombillo desafía a la FEF y LigaPro tras los incidentes en su estadio. Te contamos todos los detalles de la acción legal que podría cambiar las reglas del juego.
En un giro inesperado y polémico, Emelec ha decidido acudir a la justicia ordinaria, desafiando los reglamentos internos del fútbol ecuatoriano. ¿El motivo? La sanción de cuatro partidos sin público en el estadio Capwell, impuesta por los graves incidentes ocurridos durante un reciente encuentro.
Lejos de asumir responsabilidad, el club argumenta que el castigo es desproporcionado y ha presentado una acción de protección contra la LigaPro, la FEF y la Cámara de Comercio de Guayaquil. Una movida que podría tener consecuencias mayores.
¿Rebeldía o defensa legítima?
El estadio Capwell fue testigo de escenas lamentables: bengalas, botellas voladoras, disturbios entre barras y un ambiente hostil que puso en riesgo la integridad de jugadores y periodistas. Sin embargo, Emelec asegura que la sanción impuesta “viola sus derechos” y que existe un trato desigual respecto a otros clubes.
Este paso judicial rompe el acuerdo firmado por los clubes de LigaPro, donde se comprometieron a respetar las decisiones de la Comisión Disciplinaria. Además, la FEF prohíbe expresamente llevar casos deportivos a la justicia ordinaria, por lo que el accionar del Bombillo abre un nuevo debate sobre el respeto a la institucionalidad del fútbol nacional.
Emelec ha interpuesto una acción de protección respecto de la sanción interpuesta por la Comisión Disciplinaria de LigaPro. Su conocimiento ha recaído en un juez civil (si en el país seguimos sin jueces constitucionales) y Emelec ha demandado a la FEF, a LigaPro y a la cámara de… pic.twitter.com/AZCOrZvomx
— Mariela Díaz Aragón (@la_abogada_) September 23, 2025
Una batalla que va más allá de los tribunales
La acción de Emelec no solo desafía un castigo, sino que plantea interrogantes sobre la autoridad, los compromisos entre clubes y los límites del poder judicial en el deporte. La decisión final aún está por verse, pero lo cierto es que este capítulo quedará marcado en la historia del fútbol ecuatoriano.