Desde Argentina, el arquero de La Tri sigue dejando huella. En medio de una derrota, Hernán Galíndez regaló una atajada para el recuerdo y sigue mostrando por qué es uno de los mejores del fútbol ecuatoriano en el extranjero.
Cuando el arco parece vencido, aparece Hernán Galíndez. En un momento donde Huracán no encuentra el rumbo, el arquero ecuatoriano volvió a ser figura, recordándonos por qué es inamovible en la Selección de Ecuador. Su intervención frente a Racing fue una de esas atajadas que no se olvidan fácilmente.
El muro ecuatoriano en tierras argentinas
Se jugaban apenas 14 minutos del primer tiempo en el estadio Tomás Adolfo Ducó cuando Racing armó un contragolpe letal. Nacho Rodríguez controló con precisión y sacó un disparo cruzado que tenía destino de red. Pero no contaban con la reacción felina de Galíndez, quien voló para sacar el balón al córner y levantar al público de sus asientos.
Una atajada que en cualquier resumen aparece como «TOP del partido» y que confirma su nivel élite internacional. Hernán, quien viene de destacarse con La Tri, ha hecho de estas acciones una costumbre: reflejos, posicionamiento y liderazgo.
Aunque el resultado final fue adverso para Huracán (derrota 2-0 con goles de Duván Vergara y Matías Zaracho), la actuación del portero tricolor se llevó los aplausos… y también los titulares.
La actualidad del fútbol ecuatoriano en el extranjero tiene varios protagonistas, y Hernán Galíndez sigue siendo uno de los más destacados. Su solidez bajo los tres palos no solo sostiene a su club en momentos críticos, sino que enciende el orgullo nacional. Mientras Huracán intenta levantarse, Ecuador sigue confiando en su capitán del arco.
