Liga de Quito, con el menor presupuesto del torneo, se enfrenta al poderoso Flamengo. ¿David contra Goliat en la Libertadores?
El fútbol ecuatoriano vuelve a ser protagonista en la Copa Libertadores. Y esta vez, con una historia que parece salida de un guion de película: Liga de Quito, con un plantel valorizado en apenas 19.2 millones de dólares, es el equipo más barato entre los ocho clasificados a cuartos de final. Su rival, Flamengo, llega como el más caro, con una plantilla que supera los 221 millones de dólares. ¡Una diferencia de más de 200 millones!
Pero si algo nos ha enseñado el fútbol, es que el corazón no tiene precio. El cuadro albo, con trabajo silencioso y gestión eficiente, ha construido un equipo sólido, compacto y con una identidad clara. No necesita estrellas rimbombantes, tiene guerreros que sudan la camiseta.
Mientras tanto, el Mengao, con figuras internacionales y un plantel de lujo, llega con la presión de ser favorito y la exigencia de demostrar que su inversión millonaria vale cada centavo. Pero en el campo, el dinero no garantiza goles ni victorias.
El valor de mercado de los 8 planteles que jugarán los cuartos de Libertadores:
— Pablo Giralt (@giraltpablo) September 4, 2025
• Flamengo lidera con comodidad
• Racing de igual a igual con San Pablo, muy cerca de River y lejos de Vélez
• Liga de Quito último por amplia diferencia pic.twitter.com/XxP1o1VkuC
Este duelo va más allá del presupuesto. Es un choque de estilos, de filosofías y de realidades. Liga de Quito representa la lucha y el esfuerzo del fútbol ecuatoriano, un club que, pese a sus limitaciones económicas, sigue compitiendo al más alto nivel continental.
Y aunque las estadísticas digan una cosa, la historia de la Libertadores ha demostrado que los milagros existen. Solo basta recordar lo que logró Liga en 2008. ¿Por qué no soñar otra vez?
El partido ante Flamengo será más que un juego: será una batalla entre pasión y poder, entre gestión y chequera. Y gane quien gane, lo cierto es que el fútbol ecuatoriano ya está dando de qué hablar en todo el continente.