El DT español Ismael Rescalvo habló del rendimiento del Ídolo en LigaPro y defendió el estilo de juego pese a los empates. ¿Hay motivos para creer en el título?
Una frase que puede sonar optimista, pero que no todos los hinchas compran después de que el equipo no lograra vencer al colista de la LigaPro. La fecha 20 dejó más que un simple 1-1: sembró dudas, incomodó a la hinchada y puso en el foco al entrenador.
Un Ídolo que domina… pero no define
A pesar de no sumar una victoria desde hace tres partidos, Ismael Rescalvo mantiene su confianza en el grupo. “Veo cómo entrenan, veo cómo compiten, y estoy convencido de que este equipo puede ser campeón”, aseguró. El problema es que los números no acompañan: tres empates consecutivos han frenado las aspiraciones de Barcelona en la tabla de posiciones.
El entrenador español insiste en que el equipo ha mejorado en el control del juego, pero reconoce que la falta de contundencia en las áreas está pasando factura. “Generamos ocasiones, dominamos, pero el rival con poco nos hace daño”, explicó.
Detalles que cuestan caro
El DT también fue autocrítico con los errores cometidos durante el partido. Habló de pérdidas innecesarias del balón, de errores no forzados y de una mala gestión en los ataques. “Nos precipitamos. Tenemos que ajustar esos detalles porque ahí está la clave para ganar”, afirmó.
Incluso se refirió a una polémica: el gol anulado a Barcelona. “Lo vi desde muchos ángulos y me deja muchas dudas. Para mí, era un gol legal”, declaró.
¿Motivos para creer?
Más allá de los resultados, Rescalvo defiende una idea de juego y cree que su equipo está cerca de la victoria. “En cuanto a sensaciones, lo hemos hecho muy bien. Solo falta concretar las oportunidades y ser más sólidos atrás”, expresó.
Y aunque las estadísticas no están de su lado, el técnico cierra con una frase que resume su visión: “Estamos más cerca de ganar que de empatar. Y eso me da confianza”.
El empate frente a Técnico Universitario dejó a Barcelona en una posición incómoda y bajo la lupa. Sin embargo, Rescalvo no pierde la fe. Su discurso apunta a la paciencia, a la mejora en el funcionamiento y a pequeños detalles por corregir. Pero la gran pregunta sigue en el aire: ¿basta con jugar bien para ser campeón? El Ídolo deberá demostrarlo en la cancha… y pronto.
