El volante ecuatoriano Luis Estupiñán, ahora figura en Deportivo Cuenca, lanzó una fuerte declaración sobre su abrupta salida del campeón del fútbol ecuatoriano.
El fútbol ecuatoriano no deja de sorprender. En medio del gran momento que vive Deportivo Cuenca en la LigaPro 2025, una de sus figuras, Luis Estupiñán, ha encendido la polémica al hablar con franqueza sobre su salida de Liga de Quito, donde fue parte del plantel bicampeón del fútbol ecuatoriano, aunque con poco protagonismo.
Estupiñán, que ha disputado 16 partidos esta temporada con el “Expreso Austral” y ha sido titular en 11, se ha ganado un lugar en el once de Beto Araujo. Su rendimiento fue especialmente destacado en el triunfo ante El Nacional, donde marcó un gol y asistió en otro. Con cuatro victorias consecutivas, Cuenca se ilusiona, y Estupiñán es uno de los motores de ese sueño.

“Mi salida fue muy rara”
En una entrevista reciente con El Canal del Fútbol, el jugador soltó una frase que no pasó desapercibida:
“Fue muy rara mi salida de Liga de Quito, tengo cosas que me las guardo…”
El exjugador del Rey de Copas relató que, pese a escuchar rumores sobre su salida, él no tenía claro su destino hasta que habló con su representante, quien le confirmó que no tendría espacio en el club. Lo que más le sorprendió fue que, según él, tenía constancia de que el técnico Vitamina Sánchez aún lo tenía en cuenta.
A pesar de su deseo inicial de quedarse en Quito, Estupiñán optó por aceptar la propuesta del Cuenca tras conversar con Eddie Guevara, quien le habló muy bien del club. También tuvo sobre la mesa opciones como Técnico Universitario o Aucas, pero su decisión ya estaba tomada.
De revulsivo a protagonista
Durante su paso por Liga de Quito en 2024, jugó 41 partidos, en su mayoría entrando desde la banca. Solo marcó un gol y dio una asistencia. Aunque fue parte del plantel campeón, su rol fue limitado, especialmente en la segunda etapa del torneo, donde apenas fue titular dos veces.
Ahora, en Deportivo Cuenca, Estupiñán parece haber recuperado su mejor versión y está mostrando que, con confianza y minutos, puede ser determinante. Su historia es un reflejo de muchos jugadores ecuatorianos que, pese a las adversidades, logran renacer futbolísticamente en otros escenarios.
Luis Estupiñán encontró en Cuenca el espacio que le fue negado en Quito. Su testimonio no solo revela tensiones internas en el campeón ecuatoriano, sino que también demuestra cómo el talento nacional puede resurgir cuando se le da la oportunidad adecuada. ¿Volverá a sonar para equipos grandes? El tiempo —y su fútbol— lo dirán.