Liga de Quito explica por qué aún no vende a su estrella. ¿Se va o se queda?
En medio de la incertidumbre por el nuevo DT y el duelo crucial ante Botafogo, hay un nombre que mantiene en vilo a los hinchas del fútbol ecuatoriano: Alex Arce. El delantero paraguayo, máximo referente ofensivo de Liga de Quito, sigue siendo objeto de deseo en el mercado internacional. Pero aunque las ofertas llegaron, su salida no está ni cerca de concretarse.
📉 Un presente con altibajos, pero con peso en la cancha
Arce no atraviesa su mejor momento físico: una lesión muscular lo dejó fuera de la convocatoria de Paraguay y lo marginó del encuentro ante Técnico Universitario. Sin embargo, su calidad sigue intacta. En la presente temporada lleva 6 goles en 18 partidos, un registro discreto comparado con los 37 goles en 51 partidos que firmó en 2024. Aun así, su aporte va más allá de las cifras: es clave en el juego colectivo del Rey de Copas.
💰 Tres ofertas rechazadas y un mensaje claro
Isaac Álvarez, presidente de LDU, confirmó que recibieron tres ofertas concretas por Arce: dos desde Brasil y una desde Argentina, todas por cifras cercanas a los 2.5 millones de dólares. Sin embargo, ninguna convenció al club. «Las propuestas no cubren nuestras expectativas», aseguró el dirigente, agregando que una de ellas incluso presentaba dificultades de pago.
🏆 ¿Qué valora Liga de Quito?
La dirigencia alba no quiere desprenderse de su goleador sin garantías sólidas. Arce ya demostró su peso en momentos decisivos, como en la reciente Copa Libertadores, donde lleva cuatro goles y fue vital en la victoria frente a Central Córdoba. En palabras del presidente, «sentimos que fue mejor no venderlo ahora. Alex nos ha acompañado y esperamos mucho de él».
🔚 ¿El último capítulo de la novela?
La historia de Alex Arce aún no termina. Con la ventana de transferencias abierta y el mercado en movimiento, el futuro del paraguayo seguirá siendo noticia. Por ahora, Liga de Quito resiste y apuesta por su continuidad. ¿Llegará una oferta irresistible? El tiempo lo dirá.
