Barcelona SC volvió a la cima de la Liga Pro tras vencer a Emelec en un duelo con más tensión que fútbol
En un ambiente cargado de historia, orgullo y presión, Barcelona Sporting Club se quedó con una nueva edición del Clásico del Astillero. El triunfo por 2-0 no solo le permitió celebrar frente a su hinchada, sino también escalar al primer lugar de la tabla en la Liga Pro Ecuabet. Lo hizo con autoridad y aprovechando errores que su eterno rival no pudo disimular.
El partido se jugó en el Estadio Banco Pichincha, donde el equipo dirigido por Segundo Castillo mostró mayor solidez. Octavio Rivero fue el protagonista de la noche al marcar los dos tantos que definieron el resultado. Ambos goles llegaron tras desconcentraciones defensivas de Emelec, que pagó caro su falta de reacción y orden en el fondo.
El primero cayó apenas en dos minutos de partido. Rivero no perdonó y, con frialdad, puso el 1-0. El segundo tanto fue un reflejo de lo mismo: una defensa desconectada y un delantero que sabe estar en el lugar y momento adecuados.
Del lado eléctrico, el panorama fue mucho más sombrío. Poca generación, fallas en defensa y un equipo que no termina de encontrar una identidad bajo el mando de Jorge Célico. La diferencia fue evidente, no tanto por el volumen de juego, sino por cómo cada equipo enfrentó los momentos clave del partido.
Con este resultado, Barcelona no solo se impone en la tabla sino también en lo anímico. Ganar un Clásico siempre vale más, y hacerlo para recuperar el liderato lo convierte en un triunfo con sabor especial. La hinchada lo sabe, y la fiesta en las gradas fue el reflejo de un equipo que sigue creciendo y que se ilusiona con cerrar la etapa en lo más alto.
